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Gatell vs. exsecretarios: la historia juzgará

Ruth Rodríguez

Ruth Rodríguez

En el quirófano

En el enfrentamiento entre López-Gatell y los seis exsecretarios de salud no hay ni a quien irle. Prácticamente nadie recuerda lo que hicieron los extitulares del ramo, para bien o para mal. Varias de sus administraciones fueron grises o marcadas por la corrupción, salvo sus excepciones. Pero sin duda la gente también recordará, por mucho tiempo, la forma en que López-Gatell condujo la lucha contra el covid-19.

Veamos resumidamente lo que hicieron cada uno de los secretarios que ahora le presentan un plan de acción para afrontar la pandemia. Empecemos por Guillermo Soberón, quien fue rector de la UNAM y secretario de Salud en la administración de Miguel de la Madrid. Es un médico destacado con una gran trayectoria dentro del sector público de salud. A él se le debe la descentralización de los servicios de salud.

Mercedes Juan, secretaria de Salud en la administración de Peña Nieto y primera mujer en llegar al cargo. Tiene un currículum impresionante, tuvo los cargos más importantes dentro del sector público de Salud. Fue secretaria del Consejo Nacional de Salud y del Consejo de Salubridad General.

Se le recuerda más promover la construcción de hospitales, muchos de los cuales quedaron inconclusos, y porque le tocó enfrentar, sin sobresaltos graves, los primeros casos de chikungunya que llegaron a México.

Mercedes Juan fue relevada por José Narro Robles, cuya administración prometía ser fructífera, pues había sido director de la Facultad de Medicina y rector de la UNAM, pero no fue así. En su gestión permitió importantes recortes presupuestales en Salud, dejó una serie de hospitales inconclusos y en su periodo permeó la corrupción en el Seguro Popular.

Algo similar pasó con la gestión de Salomón Chertorivski al final del sexenio de Calderón. El economista se dedicó a llevar sin sobresaltos el año que le tocó y a reunirse con empresarios y farmacéuticas del ramo.

José Ángel Córdova Villalobos es punto y aparte. Antes de ser nombrado secretario de Salud, daba consultas privadas en su natal León, Guanajuato, de ahí el sello de “médico humanista” que le atribuyeron dentro de su gremio.

El expanista vino a romper dentro de la SSA el coto de poder que varios médicos tenían desde la época de Soberón y Jesús Kumate. Se distinguió por su respuesta a la epidemia AH1N1 que se originó en México. En el 2009 fue reconocido por la OMS por su respuesta pronta y ordenada en coordinación con todas las entidades del país.

Entre los puntos negros de su gestión destaca que los programas de planificación familiar se vinieron en picada.

Julio Frenk, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y actual presidente de la Universidad de Miami, fue calificado como la joya del gabinete de Fox.

Frenk fue el creador del Seguro Popular, dentro del cual se estableció el Fondo de Gastos Catastróficos, que permitió la cobertura de determinadas enfermedades para que la gente no abandonara sus tratamientos. El Seguro Popular vino a apoyar a la gente sin seguridad social y a quienes padecían enfermedades muy costosas. Entre las cosas criticables de la gestión de Frenk, destaca el convenio que hizo con las tabacaleras para que un peso de cada cajetilla de cigarro vendida se fuera al sector Salud.

Ahora, el tiempo nos dirá cómo recordaremos a López-Gatell por lo que ha hecho y siga haciendo para combatir la pandemia de covid-19. Y no hablemos de Jorge Alcocer, quien es el que debería estar al frente de esta pandemia y no atrás de los escenarios.

abatelenguas

Qué mal mensaje para el titular de la Cofepris, José Novelo Baeza, que su nuevo jefe, López-Gatell, no lo haya convocado a la reunión que tuvo con los líderes de la Cámara Nacional y las asociaciones de la industria farmacéutica en México. Especialmente porque el mensaje de Gatell fue en el sentido de que se busca “eliminar la corrupción, simplificar procesos, profesionalizar la regulación y transparentar la información”. Al buen entendedor pocas palabras.

bajo el microscopio

Cómo estarán las cosas entre los equipos de Hugo López-Gatell y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que el primero tuvo que salir a precisar que si bien la Cancillería está a cargo de los acuerdos con los países que podrían producir la vacuna contra el covid-19, al final será la Secretaría de Salud la que decidirá cuál es la mejor vacuna para el país y a quiénes se les va aplicar. Salud por esa diplomacia en el gabinete.

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