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La puerta de las ovejas

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

¿Quién es el buen pastor? El que conoce a sus ovejas, el que a todas les da un trato personalizado y no diferenciado; también sus ovejas lo conocen a él. Quien no reúne estas dos características no puede considerarse un líder.

Además, aun siendo ovejas descarriadas, el buen pastor les muestra su corazón para invitarlas a seguir su camino.

La puerta de las ovejas no cuenta con ningún cerrojo, es decir, puede entrar y salir quien sea cuando sea, permanece abierta para todo el que desee entrar, es completamente inclusiva. Todos los hombres: “Los de renombre y los considerados como escoria, ricos y pobres, sanos y enfermos, religiosos e incrédulos. Todos entran, salen y hallan pastos. Todos encuentran lugar”.

Así han comenzado las campañas electorales en México, las alianzas partidistas y la enorme apertura de unos y otros cuentan ahora entre sus filas con todas las características de personajes, desde los muy conocidos, caras repetidas en cargos repetidos desde hace décadas, así como los que, hasta hace unas semanas, denostaban a un instituto político o candidato para sumarse, gustosos, a sus campañas.

¿Son el oportunismo y la falta de talento los que hacen a algunos equipos adoptar a personajes faltos de dignidad y congruencia?

Los dos candidatos independientes lograron entrar a la boleta electoral aun con las inconsistencias para la obtención de firmas, eso los deslegitima, debieron ser ellos mismos los que, al existir cualquier duda, desistieran de participar en la contienda, pero no, al contrario, dejar por un lado 44 millones de pesos por cada uno es una bolsa que no gana un mortal cualquiera en este país. Además de ser parte de la comparsa política para apedrear al puntero o al adversario común.

Las banderas anticorrupción ondean en lo más alto de la propuesta política de todos los candidatos, pero también la sombra de la incredulidad recae en los segundo y tercer lugares cada vez que la agenda sobre impunidad se discute, es evidente el nerviosismo de los que, con frases de mercadotecnia mal ensayadas, repiten como loros, denostándoles aún más.

Estas semanas han sido infructuosas para los equipos de campaña en 2do y 3er lugares, a los “independientes” no los tomaremos en cuenta; se han enfrascado en señalar quién de los dos es más corrupto o traidor, quién ha lavado dinero o quién ha encubierto escándalos de corrupción, incluso internacionales, como Odebrecht.

La campaña de miedo iniciada ha causado más indignación y gracia que miedo. El sentir electoral está fincado en la credibilidad y legitimidad tanto de los atacantes como de los destinatarios del ataque. La gente suele inclinarse en favor de los victimizados, esa estrategia ya no funcionó, la fusión del miedo y la mentira dicha por voceros sin prestigio hace un efecto búmeran en los que la emiten.

El resultado del debate confirmó que la figura recién estrenada de los “independientes” (a la Presidencia) es una simulación que, además, nació muerta. Que la percepción ciudadana es que el debate fue de cuatro contra uno. Que quien ha fijado la agenda política en todos los temas y materias no resultó dañado, al contrario, salió beneficiado. Que cuando hay imputaciones legales donde está de por medio el prestigio (corrupción) no hay forma de recuperar las preferencias y veremos más sorpresas en las semanas por venir.

No olvidemos a los millones de migrantes mexicanos que tienen familia en México y que pueden influir en el voto duro, aquellos que, por distintos motivos, tuvieron que dejar nuestro país, ellos son víctimas directas de la corrupción y la impunidad, ellos, ancestralmente, tienen una cuenta por cobrar con los gobiernos anteriores. Y, además, sus remesas siguen siendo un enorme factor de equilibrio económico nacional.

La puerta de las ovejas sigue abierta, seguirán sumándose políticos en desgracia a campañas desavenidas y otros más querrán ayuda en el naufragio, pero quizá ya no haya cupo en el bote salvavidas.

 

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