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¿Qué pelean en Morena?

Ricardo Pascoe Pierce

Ricardo Pascoe Pierce

En el filo

 

Quien lo dice es René Bejarano. Advierte que Morena se puede destruir internamente y perder poder hacia fuera, en las elecciones de 2021. Las razones están a la vista de todos: filtran información a la prensa para quemar enemigos internos, se denuncian entre ellos, usan el presupuesto partidista para avanzar agendas particulares y todos, sin excepción, proclaman tener el apoyo del Presidente.

La experiencia dicta que cuando los grupos se dividen, se debilitan y pierden poder e influencia.
En los pocos meses de gobierno, así ha sido con Morena. Muchos callan dentro de Morena porque temen perder sus puestos, influencia, poder. Pero el nivel de descontento interno es enorme.

¿Por qué se señala esto ahora y por qué es relevante? Es relevante porque Morena es el partido oficialista, mismo que, en tanto movimiento más que un partido, está mostrando signos de fragmentación interna. La disputa por controlar el presupuesto multimillonario y el padrón de afiliados es señal clara de la pugna interna.

Se señala porque Morena está a pocas semanas de renovar su dirección nacional, además de sus estructuras estatales y municipales. Detrás de ese escenario están las apetecibles candidaturas del 2021. Quien detente el control nacional del partido controlará, en mayor grado, los listados de candidaturas a gobernadores, municipalidades y de las legislaturas estatales y la Cámara de Diputados federal.

Y quien controle todo ese proceso, incluyendo diputados federales, estará en inmejorables condiciones para definir la candidatura presidencial en 2024. Por lo tanto, este breve timeline de posibles sucesos ilustra lo que se está dirimiendo en Morena: el futuro de muchos.

Detrás de estos movimientos y alineamientos existe una aparente convicción: que López Obrador no será determinante en la conducción del proceso interno del partido. Algo parecido, le sucedió cuando militaba en el PRD. Finalmente, tuvo que optar por renunciar al partido y formar su movimiento, donde él era el único líder, sin competencia. La negociación con otros no es, como él mismo dice, su fuerte.

No es claro que existe distancia entre López Obrador y Morena, pero si los Siervos de la Nación son indicativos, podrían ser el embrión de una nueva agrupación alrededor del Presidente, siempre financiado por Gabriel García Hernández.

Mientras tanto, la batalla interna por el control de Morena se pone más intensa.

 

Twitter: @rpascoep

 

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