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Mirando al 2021: populismo o liberalismo

Ricardo Pascoe Pierce

Ricardo Pascoe Pierce

En el filo

 

La ambición mayor y respuesta de la oposición ciudadana y política al desgobierno de López Obrador debe consistir en conquistar la mayoría del Congreso en 2021. Para lograr ese objetivo es imperativo convencer a la población mayoritariamente de que hoy la democracia y la libertad en México se defienden fortaleciendo las instituciones republicanas consagradas en la Constitución, empezando por la Cámara de Diputados.

El 6 de junio de 2021 también estará en juego un número importante de gubernaturas (14), 27 congresos estatales y las presidencias municipales en 28 estados, incluyendo la Ciudad de México, junto con sus regidores o concejales. Todos estos alrededor de 3,200 espacios de representación popular serán cruciales para lograr la intención expresa de la oposición de frenar la deriva autoritaria del gobierno federal y su partido.

Nunca en la historia moderna en México había estado tan nítidamente dibujada la diferencia entre dos proyectos de nación, como lo es ahora. En el 2021 se definirá el futuro de México durante los próximos veinte años, entre el Estado populista y el liberal.

Están en contraste ideas económicas y la definición del individuo y sus libertades frente al Estado y de la función del mismo Estado en la sociedad. También la realidad dicta sus propias instrucciones e impone sus condiciones. Todo esto entra en juego cuando las fuerzas de ambas concepciones chocan.

La idea del Estado populista es destruir todo lo existente, para recrear la sociedad según su imaginario. Promueve un Estado omnipresente en la vida de cada ciudadano, dictando clases de moral, imponiendo normas, cambiando leyes a su antojo y definiendo la educación, donde todos están obligados a la obediencia absoluta. La economía se regirá por un semisocialismo monopolista del Estado. Una forma de autoritarismo.

El Estado liberal plantea una visión opuesta. El Estado será un broker eficiente de la economía capitalista entre sociedad y factores de producción, buscando siempre promover una mayor igualdad en el reparto de la riqueza. Para ello, la libertad de los individuos será un requisito para que la sociedad logre sus objetivos: libertad de expresión, de creación, de industria, de pensamiento, de prensa, de preferencias sexuales y de educación. La libertad es su sello distintivo.

El T-MEC se sustenta en una visión liberal del Estado y la economía. El modelo planteado por el gobierno entra en contradicción con este tratado. La decisión entre populismo o liberalismo y ficción o realidad se definirá en las elecciones del 2021. Por esto la importancia estratégica de imponer una mayoría liberal en esa Cámara.

 

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