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150,000 y cuestión de prioridades

Ricardo Pascoe Pierce

Ricardo Pascoe Pierce

En el filo

 

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está en crisis. La pandemia de SARS-CoV-2 está fuera de control y no saben qué hacer para domarla. La sorpresiva renuncia reciente de la responsable del programa de vacunación, supuestamente por “razones de salud”, es simplemente la más reciente demostración del fracaso de la llamada estrategia integral gubernamental ante la pandemia. La crisis es inocultable.

 

  • Cuando las autoridades de salud anunciaron que pronosticaban, al inicio de la pandemia, que podrían fallecer 8,000 personas, y cuando ya arribamos a 150,000 muertos, el gobierno simplemente evade dar explicaciones, porque no las tiene. No puede explicar su fracaso porque implicaría asumir que se equivocaron desde el inicio del azote.

Pero el problema es aún peor a lo reportado por las cifras oficiales. El año pasado (2020), las autoridades reportaron 274,486 muertes “adicionales no especificadas”, aclarando que la mayoría son consideradas muertes por covid. De ser certera la observación de las autoridades, México habría rebasado a Estados Unidos en número de personas fallecidas por la fatal pandemia. Es decir, nuestro país estaría en primer lugar de fallecidos en el mundo.

 

  • Además, está presente la confusión acerca de la adquisición de las vacunas. En primer lugar, no quedan claros los términos de los contratos firmados con las farmacéuticas que producen ese nuevo oro mundial que son las vacunas. El gobierno se niega a transparentar los contratos firmados, alegando confidencialidad, aunque gobiernos como el alemán han dado a conocer sus contratos públicamente. Algo oculta el gobierno mexicano.

Por lo pronto, el Presidente mexicano hizo un poco de demagogia tercermundista diciendo que cedería vacunas mexicanas para “países pobres”, respondiendo a un llamado de la ONU. Pero nadie conoce el texto de ese supuesto llamado de la ONU.

Ahora, México quiere comprar la vacuna rusa Sputnik V y AMLO hablará con Putin sobre el caso. Pero ya se sabe que esa vacuna no funciona para mayores de 60 años, por lo que el mismo Putin no se la ha aplicado. Viajó López-Gatell a Argentina para ver la campaña de vacunación de ese país con la vacuna rusa. ¿Le habrán dicho que el presidente Fernández tampoco se ha aplicado la rusa, por edad?

Se supone que la población prioritaria para recibir la vacuna en México son los mayores de 60 años, claro, después de los trabajadores de la salud, los servidores de la nación y efectivos de las Fuerzas Armadas. Hay prioridades políticas, no sólo humanitarias.

El Presidente mexicano se rodeó, en materia de la pandemia de covid, de corifeos, siguiendo la escuela de Trump. Nada de críticas, cero noticias malas o negativas, nada de soluciones difíciles y realistas. Todo tenía que ser según los deseos y necesidades políticas del Presidente. Claro, el resultado es el mismo que en Estados Unidos: pandemia fuera de control, miles de muertes sin razón de ser y sin justificación.

 

  • Y la ofensiva política: acusando a los críticos de traidores, interesados, malosos. El Presidente dedica más tiempo a combatir a sus detractores que a resolver la pandemia y salvar vidas.

Es cuestión de prioridades.

 

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