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La “transición” de Trump

Ricardo Ortiz Esquivel

Ricardo Ortiz Esquivel

Globalística

Desde hace semana y media algunos funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca le insistieron a Donald Trump que concediera o iniciara pláticas secretas con el equipo de transición del presidente electo, Joe Biden. Varios republicanos insistían en seguir peleando por la victoria presidencial trumpista y desde sus trincheras levantaban más tierra con las especulaciones del fraude electoral inexistente.

Una de las figuras más persuasivas de la Casa Blanca y que sirvió de mucho balance en la administración trumpista fue, sin duda,  Jared Kushner. Se sabe que Kushner fue uno de los primeros funcionarios cercanos a Trump que insistieron en conceder la victoria o iniciar una transición pacífica con el equipo de Biden.

Las cartas que le quedan por jugar a Donald son prácticamente nulas. Las especulaciones de un fraude electoral no tienen ningún sustento o no se han comprobado en las distintas cortes federales o estatales. Algunos bufetes de abogados afines al GOP (Partido Republicano) decidieron retirarse de las distintas demandas electorales al no poder justificarlas ante jueces colmilludos.

R. Giuliani fue nombrado por el mismo Trump como su abogado y defensa ante el “fraude electoral” después del abandono de muchos abogados. Giuliani ha presentado nulas pruebas sobre un fraude inexistente y hasta se le corroe el tinte del cabello de lo nervioso que se encuentra de tanto mentir. Es tanto el ridículo que ha hecho el equipo legal del republicano que la abogada
Sidney Powell tuvo que ser retirada de la investigación por haber realizado declaraciones donde afirmaba que Venezuela y Hugo Chávez tuvieron que ver con el fraude presidencial. ¿Lo puede creer?

Los estados de la Unión Americana se preparan para certificar los resultados de la votación presidencial y dar la victoria al respectivo ganador. Ya lo hicieron Nevada, Pensilvania, Michigan, Georgia y algunos otros más. Y aunque todavía faltan muchos estados, cabe destacar que algunos swing states no se dejaron intimidar por presiones o acusaciones falsas. Estoy seguro de que a Trump le dolió que mismos republicanos no acataran la orden de detener las certificaciones o no contar los votos “que no convenían”. Cada día que pasa, se va quedando más solo.

Ante una presión por parte de funcionarios cercanos y políticos republicanos de alto rango, Trump tuvo que ceder e iniciar la transición presidencial mediante la titular de la Administración de Servicios Generales, Emily Murphy.

Se firmó el documento necesario para iniciar la transición de poderes y, así, poder destinar y poner a disposición del demócrata más de 6.3 billones de dólares.

Aunque Biden y su equipo juren que la administración de Trump empezará a darles informes clasificados y cooperará con lo necesario para ceder el poder, se ve muy complicado que en el cerebro de Trump exista la palabra “ceder”. Donald necesita tiempo y lo está comprando de manera mañosa, para destruir la democracia estadunidense y a las instituciones federales. Necesita tiempo para que sus seguidores continúen creyendo en él y en su posible candidatura presidencial de 2024. Necesita tiempo para otorgar indultos y protegerse antes de que acabe su inmunidad presidencial.

Su “transición” más bien parece un juego mañoso que le sirve a su persona, al odio, a la mentira y a la ridiculez.

 

 

GANCHO AL HÍGADO

Trump le dio el indulto a los pavos Corn y Cob en la Casa Blanca. Ya también indultó a Michael Flynn. ¿A quién más? ¿Se indultará a sí mismo?

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