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La cruzada contra la economía

Ricardo Alexander Márquez

Ricardo Alexander Márquez

Disonancias

Aunque los adversarios del Presidente lo nieguen, la realidad es que el gobierno actual ha sido muy exitoso en su cruzada contra la economía del país, y así lo demuestran los datos publicados esta semana por el Inegi, que evidencian la primera contracción de la última década.

Es que realmente el gobierno de la —autodenominada— 4T ha echado la carne al asador. No sólo estamos hablando de la cancelación —sin una verdadera justificación— del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México —uno de los proyectos de infraestructura más importantes en Latinoamérica de los últimos años—, de la caprichosa construcción de un inviable tren en el sur del país o el derroche de hacer una refinería en Tabasco, sino que no únicamente se ha encargado de asustar a los empresarios —esa mafia que tanto daño le ha hecho a México—, también al mexicano que pospone comprarse un auto o cambiarse de casa frente a un panorama incierto.

La tarea no era fácil y se necesitaba mucha habilidad de la presente administración para frenar de golpe una economía que venía creciendo a más del 2%, y pasar a un -.1% en su primer año de gobierno, incluso cuando Estados Unidos —nuestro mayor socio comercial y el destino de cerca del 80% las exportaciones— está en una buena racha.

Lo cierto es que el logro no puede ser atribuido a cierta acción o política pública en concreto. Algo ayudaron las encuestas a mano alzada y “consultas”. Otro tanto “los otros datos” del Presidente. La cifra récord en homicidios y la amistad con Nicolás Maduro y Evo Morales. El quitar a Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda por querer hacer bien las cosas. El atentar contra la autonomía de los organismos constitucionales y volverlos a modo —como la ahora sometida CNDH, de Rosario Piedra Ibarra—.

También la UIF y el SAT han hecho su trabajo al generar miedo en el empresariado. Igual las reformas legales que ha impulsado Morena, incluyendo la de lavado de dinero y crimen organizado, donde se pretende debilitar la presunción de inocencia. Los programas asistenciales sin planeación que sólo buscan clientelismo.

La cereza en el pastel fue la —muy original— cena de hace un par de semanas en donde los empresarios fueron extorsionados para comprar boletos de la rifa del avión presidencial, en la que no se va a rifar el avión presidencial. ¡Una genialidad!

Los resultados están a la orden del día. Contracción de la economía. Paralización del sector de la construcción en 8 por ciento. Pérdida de competitividad en materia de turismo. Caída de 7.7% en la venta de autos nuevos. Salida de México del top 10 de los mercados más atractivos para invertir —según PwC—. Y la lista continúa.

Lo mejor es que el mandatario ya ha dejado de mencionar esa perjudicial idea de que la economía tenía que crecer al 6% anual, pues eso es un tema muy neoliberal. Al final, se puede sentir orgulloso que sus esfuerzos están dando frutos y probablemente también lo hagan en 2020. El Fondo Monetario Internacional y el Banco de México han recortado las proyecciones para este año, y de la mano de temas internacionales como la propagación del coronavirus, parece que el éxito del gobierno morenista en su cruzada contra la economía, está asegurado.

           *Maestro en Administración Pública

           por la Universidad de Harvard

           y profesor de Derecho Constitucional

           en la Universidad Panamericana.

                Twitter: @ralexandermp

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