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Seis ingredientes para una política pública exitosa

Remo Moretta

Remo Moretta

Down Under

El desarrollo de políticas públicas es un ejercicio desafiante y complejo, incluso en las mejores circunstancias. Si se le suma una pandemia como COVID-19, el margen de maniobra para desarrollar buenas políticas se reduce o, simplemente, se elimina, mientras que la implementación de medidas de emergencia se convierte en el principal interés.

Los gobiernos a menudo batallan con formas de responder efectivamente. Alrededor del mundo, los formuladores de políticas públicas operan en un ambiente cada vez más complejo. Las respuestas que proponen tienen que pasar, necesariamente, por los Ministerios o Secretarías de Estado y por grupos interesados. La comunicación entre gobiernos y sus departamentos es susceptible a colapsar, los intereses poderosos promueven los resultados que ellos mismos desean, el Estado puede carecer de recursos o de capacidad, la población en general puede no entender o apoyar las soluciones más adecuadas, o las nuevas tecnologías pueden alterar las prácticas ya establecidas.

En este escenario, ¿cómo se formula y qué elementos conforman una buena política pública?

La escuela de Gobierno de Australia y Nueva Zelanda realizó, recientemente, a profundidad, casos de estudio de veinte políticas públicas exitosas que alcanzaron sus objetivos y propusieron “seis ingredientes para una política pública exitosa”:

 

1.-El problema está bien definido y reconocido.

2.-La política ofrece una respuesta basada en evidencia.

3.-Sus partidarios abogan por la política durante su diseño e implementación.

4.-Sus defensores argumentan a favor del cambio de política.

5.-Tiene un amplio atractivo —lo que significa que puede sobrevivir un cambio de gobierno—.

6.-Los formuladores de la política aprenden de la experiencia y, en consecuencia, ajustan el enfoque.

Reflexionar sobre estos seis ingredientes podría ayudar a los responsables de la formulación de políticas públicas a responder a los retos de un mundo en constante cambio. Si bien es difícil, el desarrollo de buenas políticas públicas en tiempos de crisis —como los que estamos viviendo— no se debe suspender o abandonar, porque será necesario contar con políticas, planes y programas sólidos a medida en que salimos del entorno de la pandemia.

Una observación final es que la crisis, invariablemente, une a gobiernos, sus agencias, sus sistemas y a la población. Las buenas políticas públicas emergen del esfuerzo compartido, la colaboración, la cooperación y la transparencia. Un enfoque integral de gobierno no debe ser el modus operandi únicamente durante los tiempos de crisis. Éste debe ser la base de todas las políticas públicas, todo el tiempo. Y ese enfoque debe replicarse a nivel internacional, nacional y local. Si los problemas son compartidos, también lo deben ser las soluciones.

 

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* Embajador de Australia en México

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