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2020: un año sin precedentes

Remo Moretta

Remo Moretta

Down Under

Siendo mi última columna del año, pensé que sería una buena oportunidad para reflexionar y hablar de los desafíos que hemos enfrentado durante estos tiempos sin precedentes. En 2019 no muchos habrían podido predecir lo que 2020 nos depararía. La covid-19 se convirtió rápidamente en una pandemia con costosas consecuencias. Debemos recordar a los más de 1.5 millones de personas que han fallecido sin dejar de pensar en los que todavía están tratando de recuperarse. Y, sobre todo, debemos estar agradecidos con todos los trabajadores sanitarios en primera línea que cada día, valientemente, se exponen para atender a los enfermos y moribundos.

Esperamos que las vacunas que se están lanzando alrededor del mundo estén disponibles para todos, pero es razonable que los más vulnerables se vacunen primero. El desarrollo de vacunas a velocidad vertiginosa muestra lo que se puede lograr cuando hay una verdadera cooperación internacional.

Los costos económicos de la pandemia han sido amplios y profundos y todas las economías han sufrido caídas en la producción y el crecimiento económico. Pero, como he mencionado antes, no hay beneficio en retroceder a un nacionalismo y proteccionismo centrado en el interior. La única manera para poder volver a poner la economía mundial en el camino del crecimiento sostenible es mantener y adherirnos al sistema comercial basado en normas internacionales, eliminar las barreras no arancelarias y otras regulaciones restrictivas del comercio y reunirnos para acordar reformas significativas a la Organización Mundial del Comercio.

Los costos políticos de la covid han sido sentidos por todos los gobiernos del mundo. Las decisiones de establecer protocolos para limitar la propagación del virus son, la mayoría de las veces, muy difíciles y, cuando se aplican por periodos prolongados, pueden ser bastante impopulares. Hasta que no estemos vacunados todos y podamos controlar la covid, no hay otra opción que adherirse a las medidas de salud pública. Está demostrado que ayuda usar cubrebocas, mantener sana distancia, lavarse las manos regularmente y mantener prácticas de higiene.

Finalmente, los costos sociales también se han sentido profundamente. Entre ellos, no poder visitar a nuestros seres queridos y amigos. Además, la violencia doméstica, el estrés y la ansiedad y la sensación de aislamiento también han aumentado alrededor del mundo. Mientras nos acercamos al fin del año, esta Navidad será muy diferente para muchos de nosotros. En nombre de todos en la Embajada de Australia en México, me gustaría desearles a todos una feliz Navidad y un Año Nuevo feliz y seguro.  ¡Viva México y viva Australia!

Espero sus comentarios en
downunder.mexico@dfat.gov.au o en
Facebook y en Twitter como @AusEmbMex.

*Embajador de Australia en México

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