Protesta de médicos residentes

Durante la semana que terminó, fuimos testigos de la protesta pública por parte de médicos residentes de una decena de hospitales federales, en el ámbito de la Secretaría de Salud a cargo del doctor Alcocer Varela. Dicha manifestación ocurrió por la falta de pagos de varias quincenas a muchos de ellos, de forma por completo injustificada y arbitraria; además de la amenaza relativa a que se les descontará en una sola exhibición un bono que se les otorgó en noviembre, al finalizar el sexenio de Peña Nieto. Dichos actos constituyen una violación flagrante a nuestra legislación laboral, que aparentemente ocurrió por “un error” en la asignación de los recursos. Por supuesto, una administración que inicia necesita de un tiempo prudente para que los funcionarios comprendan el complejo funcionamiento de todas las áreas a su cargo, pero afirmo que deberían tener especial cuidado cuando se trata de actos o errores que pudieran afectar a los mas vulnerables. Un médico residente es un individuo que ya terminó una licenciatura en medicina, aprobó un examen de selección y se encuentra realizando estudios de postgrado que lo convertirán en un especialista. Por la naturaleza del entrenamiento requiere dedicar todo su tiempo a dicha formación, estando impedido para realizar cualquier otra actividad laboral, por lo que los ingresos que recibe del Estado frecuentemente constituyen su sustento cotidiano.

La ley es muy clara y afirma que está prohibido retener el salario de alguien que se encuentra trabajando, y en caso de que por un error del patrón, se le pague alguna cantidad en exceso, no se le puede descontar en una sola exhibición el monto, a menos que el trabajador lo acepte; prohibición razonable en virtud de que es el sustento de los empleados. Dentro del complejo panorama que significa pagar un salario a alguien que se encuentra en formación y por lo tanto será empleado mientras dure su entrenamiento, debo mencionar, además, que una parte importante del sistema sanitario se sostiene hoy por los médicos residentes, que hacen guardias continuas en los servicios de atención críticos, como salas de urgencias, terapias intensivas y quirófanos de todos los hospitales gubernamentales a lo largo y ancho del país, así que afectarlos entraña un grave riesgo para el otorgamiento del servicio médico por parte del estado mexicano.

Por supuesto celebro la declaración del presidente López Obrador en el sentido de que se les pagarán a la brevedad los adeudos, pero quisiera ver una respuesta congruente de los responsables del ámbito sanitario acerca de cómo se van a asegurar que esto no vuelva a ocurrir, así como del mecanismo que van a emplear para mejorar tanto la enseñanza a ese grupo de jóvenes y la mejora de sus condiciones generales. Solicito también una respuesta congruente a un argumento que subyace frente a ellos, que gira en torno a que deben aguantar ahora malas condiciones, trabajos con jornadas fuera de lo razonable y pagos ridículos, con la promesa de que al convertirse en especialistas ganarán mucho más dinero y trabajarán mucho menos. Se parece a que después de la muerte accederás “al reino de los cielos”.