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Niños reprobados por flojos

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

MITO

En todas las escuelas, sobre todo en las primarias, existen niños que son, aparentemente, normales, juegan, corren, van y vienen, pero no avanzan en los estudios; sus maestros les llaman la atención, los castigan y los reprueban. Son etiquetados como niños problema o niños tontos y flojos.

 

REALIDAD

La realidad es que uno de los puntos en los que ni los padres ni los maestros ponen atención es en la visión de los pequeños. ¿Qué significa esto? Que en nuestro país, como en todos los países, hay niños que tienen defectos en la vista, miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo, qué sé yo, y, como los niños no dicen nada, es posible que pasen años sin que se den cuenta de que su visión es defectuosa. Y cuando llegan a la escuela no pueden leer en el pizarrón, no distinguen claramente las letras de los maestros y reprueban una y otra vez, no por falta de neuronas, sino por una visión defectuosa.

Hace algunos años, el doctor Jesús Kumate, entonces secretario de Salud, me contó que en un viaje al Japón, en compañía del presidente Carlos Salinas de Gortari, visitaron unas escuelas y el mandatario comentó: “Me llama mucho la atención que haya tantos niños con problemas de la vista aquí en Japón, uno de cada cuatro o cinco niños tiene lentes”, a lo que el doctor Kumate respondió: “No es problema de Japón, señor Presidente, es problema mundial, lo que ocurre es que aquí sí lo diagnostican y sí les ponen lentes a los niños”.

La realidad es que uno de cada cinco niños requiere, al menos temporalmente, la corrección de su vista, hecha por un especialista.

Hay otro mito muy común, el pensar que si el niño nace con una pequeña “bizquera”, con los ojos encontrados, el problema cederá solo. Los expertos oftalmólogos saben que es indispensable un diagnóstico preciso de ese estrabismo para poder decidir si es necesario o no operar al bebé y cuándo será el momento más adecuado. ¿Qué le puede pasar a un niño cuya bizquera no se corrige? Lo que ocurre es que el niño “aprende”, por así decirlo, a no ver con un ojo y, a la larga, se puede quedar “tuerto”, porque uno de los dos ojos deja de funcionar; esto puede ser grave y debemos evitarlo.

El mito, pues, es que los problemas de la vista son poco importantes, la realidad es que todo niño necesita un examen de la vista para prevenir males mayores, entre ellos, que lo reprueben en la escuela.

 

SOLUCIÓN

Si usted observa que el bebé equivoca las cosas, que se tropieza al caminar con objetos que no percibe, que tira los cubiertos o que, yendo a la escuela, regresa triste porque lo regañaron o lo reprobaron, no espere más, acuda con su pediatra, pida que le hagan estudios de la visión y así podrá ayudarlo, con los mejores lentes para sus preciosos ojos.

Y en asuntos de la vista no se vale ignorarlos ni seguir el consejo de la comadre ni usar “gotitas” sin prescripción o remedios mágicos; los ojos de los bebés son las ventanas que les permitirán conocer el mundo y disfrutar de sus maravillas.

 

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