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Kamala Harris y otras queridas viejas

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

Soy la primera vicepresidenta, pero no seré la última.

Kamala Harris

 

Mi querido viejo, dados los acontecimientos de estos días, quiero dedicar estas líneas, como un humilde homenaje a la mujer, a todas aquellas que son dueñas de nuestros amores, a nuestras compañeras, en las buenas y en las malas; ellas, quienes no cumplen años, sino que celebran más días de vida.

Lo quiero hacer porque lo ocurrido con la ahora vicepresidenta de Estados Unidos, hija de una mujer hindú y un hombre jamaiquino, representa un hito en la historia de ese país. Y de paso nos recuerda el largo trayecto que han tenido que recorrer las mujeres para que reconozcan sus derechos.

Estoy seguro que tú como yo, querido viejo, tal vez sin darnos cuenta, hemos tenido, en alguna ocasión, una actitud, un comentario, una palabra que ofende o lastima a la mujer sólo por ser mujer. Lamentamos, después, que la cortesía que nos enseñaron nuestros padres se perdiera en algún momento.

Kamala Harris ha luchado desde su infancia y adolescencia a favor de la igualdad, en contra del racismo y del abuso, llegó a ser fiscal general de California y después senadora; contendió para ser presidenta en 2020 y Joe Biden, que resultó ganador, la eligió como compañera.

Esa mujer, querido viejo, nos recuerda a otras queridas viejas que en México han luchado para lograr la igualdad. La lista es larga, desde Juana Inés de la Cruz, Elvia Carrillo Puerto, Rosario Castellanos, Dolores Olmedo, hasta Griselda Álvarez, primera gobernadora en el país. Todas superaron los tabúes y prohibiciones y lograron su objetivo. Pero también debemos recordar a las mujeres que pudieron liberarse de las cadenas de las costumbres y fueron tachadas de locas, aunque en realidad son visionarias. ¿Recuerdas, querido viejo, a Pita Amor y sus poemas desafiantes, a la propia Rosario Castellanos y sus escritos, Dolores Castro y Enriqueta Ochoa, Ángeles Mastretta, Guadalupe Loaeza y muchas más? Todas, día con día, han vivido como Kamala Harris para gritar su verdad y afirmar su excelencia.

Ahora que hablamos de la nueva normalidad que viviremos después del covid-19, creo que es importante que seamos conscientes que entre los cambios del mundo estará cada vez más presente la igualdad de la mujer, el respeto por su vida, su libertad y por eso como hombres debemos respaldar las demandas que expresan miles de mujeres en las calles y muchas más en su vida diaria, en los diarios, las revistas, los libros. Kamala Harris será un modelo, como lo han sido en otras latitudes Malala Yousafzai, Greta Thunberg, y muchas más.

En la nueva normalidad, querido viejo, no desaparecerá la cortesía ni la elegancia (darles el paso o abrirles la puerta del auto), pero el trato a la mujer será respetando sus derechos, sus anhelos, sus sueños. En la nueva normalidad, los machos mexicanos, tipo Pedro Infante, deben desaparecer. En la nueva normalidad, más mujeres serán directoras de empresas, coordinadoras de investigación, campeonas deportivas, artistas y muchas cosas más. ¡Que vivan todas estas queridas viejas!

Y si eso sucede, a todos, querido viejo, nos irá mejor.

 

Médico y escritor. Facebook: Rafael Álvarez Cordero.

 

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