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El secretario de Hacienda y las abuelas esclavas

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

 

El recorte a las estancias infantiles se hizo sin sentido

Redim

 

Mi querido viejo: la semana pasada hablamos de un tema por demás delicado, ya que en muchas partes de nuestro país las mujeres que crearon una familia, la educaron y la cuidaron y se quedan solas debido a la muerte del marido, con frecuencia se convierten, debido a sus carencias financieras, en un “estorbo”, y los hijos ya mayores ni las cuidan ni les ofrecen apoyo emocional y monetario sino que las reciben en sus casas y las tratan como esclavas, encargándoles el aseo de la casa, o el cuidado de los niños, y muchas cosas más.

Esa situación, denunciada como el “síndrome de la abuela esclava”, está en la mente del actual secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien apoyó la decisión atropellada de cerrar las miles de estancias infantiles en donde se albergan los millones de niños mientras sus mamás están trabajando, y dijo, orondo, “en lugar de darle el dinero a las estancias infantiles, se les da a los papás y que los papás se lo den a las estancias, o a lo mejor otra cosa: a lo mejor con eso se puede ayudar a la abuela que va a cuidar a las niñas y niños que va a cuidar quizá mejor que las propias estancias”(textual).

¿Qué te parece, querido viejo?, una de las obligaciones más importantes del gobierno de cualquier país es la protección de los bebés y los niños para que crezcan sanos y fuertes. En todo el mundo se han creado estancias infantiles o guarderías para que los niños estén protegidos mientras sus mamás, –muchas de ellas mamás solas o solteras–, trabajan para ganarse honradamente la vida.

Pero en la nueva administración tal parece que se encontró que había un grupo de personas “desocupadas”, las abuelas, que dieron su vida para educar y cuidar a sus hijos y ahora están desvalidas y merecen apoyo y protección, y el señor secretario de Hacienda las convierte en abuelas esclavas, para que sean útiles y así el gobierno se ahorra el presupuesto destinado a las estancias infantiles.

Por supuesto que ya se inconformaron los padres de familia, las asociaciones de protección a la infancia, como la Estancia Mundo de Juguete, de Morelos, y muchas otras más, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), así como diputados de diversos partidos, que ven en esta decisión el gran desconocimiento que tienen los nuevos funcionarios de lo que significan las estancias infantiles, así como el deseo irrefrenable de la nueva administración de destruir todo lo que anteriormente se ha hecho en beneficio del pueblo.

Y para más agresión, las declaraciones del secretario Urzúa son una ofensa a las mujeres y una violación a los derechos de las mujeres, ¿por qué no habló de los abuelos?; su mente es misógina y discriminadora, y con una sonrisa en los labios sugiere que sea una mujer, la abuela, la que se convierta en esclava y cuide a los niños mientras la mamá va al trabajo.

Es curioso que una semana después de que yo abordé el tema del trabajo forzado al que se somete a una mujer cansada y solitaria, el asunto aparece como una regla de la nueva administración: “si esa mujer ya es vieja y está ociosa, ¡que cuide a los nietos y nos ahorramos una lana!”.

Querido viejo: yo sé que en estos meses has meditado mucho sobre lo que significa el arribo de una nueva administración que pretende cambiar todo, eliminar la violencia, la inseguridad, el narcotráfico, la impunidad y la corrupción,  eso es admirable y todos los mexicanos deseamos que tenga éxito y lo apoyaremos, pero tomar decisiones como ésta y como la disminución del presupuesto para la ciencia en Conacyt, para la salud en la Secretaría de Salud, para el turismo en Sectur, y tantas más, así como la liquidación de miles de trabajadores de muchas instituciones gubernamentales, no son decisiones sanas y a la larga tendrán consecuencias funestas.

No al recorte de las estancias infantiles, y un “buu” al secretario de Hacienda.

 

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