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Come, bebe y serás feliz

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

Que tu alimento sea tu medicina

y tu medicina sea tu alimento.

 Hipócrates

 

Mi querido viejo, en más de una ocasión hemos hablado de la importancia que tiene tu alimentación para disfrutar de una buena salud en estos años en que los achaques nos achacan y las preocupaciones nos preocupan.

Y esto me vino a la mente porque un querido amigo estuvo enfermo y yo le recomendé un excelente médico y después de verlo me habló muy contento, y me dijo: “este doctor es una maravilla, me estudió, vio mis análisis y me dijo: ¡lo que tiene usted que hacer es comer, comer bien y disfrutar la comida, nada más!”.

 Palabras sabias que ya había dicho Hipócrates en el siglo V A.C., y es que en nuestros años viejos, el cuidado de la alimentación es fundamental, pero lamentablemente muchos se deterioran rápidamente ¡por desnutrición!, sí, por falta de una alimentación sana y balanceada, y eso no debe ser.

El que seamos viejos no nos fuerza a comer mal, podemos escoger, junto con la comida habitual, algunos llamados “alimentos para la longevidad”: el tomate, el aceite de oliva, las uvas rojas, el ajo, las espinacas, los granos enteros, el salmón y las nueces, y podemos imaginar una sabrosa ensalada con lechuga, tomate, espinacas, granos enteros y nueves, aderezada con aceite de oliva; o bien, un buen trozo de salmón, con una salsa bearnesa o una crema de queso; verduras y ejotes o una ensalada de endivias con queso azul o queso camembert y aceite de oliva; y tú puedes inventar muchas recetas más.

Y junto con una buena alimentación, debemos pensar en el complemento que son las bebidas, y a este respecto conozco muchos viejos que ya no toman ni una copita de licor ni una copa de vino, aduciendo que se las prohibió el doctor. (mi padre siempre tomó una copita de tequila al medio día).

Yo nunca avalaré el alcoholismo, admiro y respeto a quien ha decidido ser abstemio, pero si no es el caso, la edad no es impedimento para tomar una copa de un buen vino que, como los demás alimentos, ha sido estudiado por sus beneficios para nosotros los viejos. Cayo Plinio II dijo: “In vino veritas” y tenía razón.

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El vino tiene antioxidantes, por lo que retarda el envejecimiento y previene el cáncer; tiene flavonoides, que protegen la piel; tiene resveratrol, que previene el cansancio; tiene endorfinas, que promueven la relajación y el bienestar; tiene polifenoles, que disminuyen el colesterol, y tiene vitamina E, para la salud del corazón. Pero lo más importante, y tú lo sabes bien, es que es muy sabroso, una copa de vino alegra cualquier comida.

Y no olvides, querido viejo, otra gran verdad: que el alimento es fundamental para la convivencia social. Si lo disfrutas con tu familia, con tus amigos, con tus compañeros de muchos años, el bienestar que brinda esa integración social es benéfico para tu salud, sobre todo en esta etapa de tu vida.

Recuerda que en la Biblia (Eclesiastés 9/7) también está escrito “come, bebe, disfruta y sé feliz”, o sea, que, haciendo caso a Hipócrates, a Cayo Plinio II o a la Biblia, te irá bien.

 

*Médico y escritor                                                                                        

 Facebook: Rafael Álvarez Cordero                                                                     

Twitter: @alvarezcordero

 

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