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Anestesia colectiva

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

En esta semana se presentó el documento La gestión de la pandemia en México, preparado por seis exsecretarios de Salud (Guillermo Soberón, Julio Frenk, José Ángel Córdova, Salomón Chertorivski, Mercedes Juan y José Narro) y publicado por el Consejo Consultivo Ciudadano Pensando en México. En dicho documento se hace un análisis exhaustivo de la pandemia y de cómo se ha manejado para, finalmente, plantear una serie de recomendaciones urgentes.

Julio Frenk, quien actualmente es presidente de la Universidad de Miami, señaló en su presentación sobre la pandemia: “Estamos llegando a un punto en el que empezamos a caer en la normalización de la catástrofe, en una anestesia colectiva ante la magnitud de las pérdidas y una trivialización de la tragedia que está viviendo nuestro México, con una gran indiferencia ante lo que es sin duda una falla brutal de liderazgo político en el país”.

Nada más, pero nada menos, el problema actual no es la pandemia, sino la anestesia colectiva a causa de la cual a millones de mexicanos no les interesa el covid-19, ni sus peligros ni sus consecuencias. Anestesia promovida desde la Presidencia y la Secretaría de Salud al minimizar el problema, ofrecer soluciones mágicas, negar las medidas sanitarias adecuadas, mentir y esconder los resultados sabiendo que las muertes por coronavirus superarán, en este año, a todas las muertes por enfermedades del corazón, diabetes, tumores malignos, enfermedades del hígado y accidentes.

Y frente a la autoridad científica y moral de quienes redactaron este documento, el subsecretario Hugo López-Gatell exhibió de inmediato su pequeñez, su soberbia, su ignorancia y su estulticia al comentar, de manera despectiva: “siempre es alentador ver que la gente tiene iniciativa. No sé si la complejidad del documento les llevó mucho tiempo, pero si hay una fórmula tan innovadora la hubieran presentado antes”. México no merece tener al frente de la Salud (porque el secretario Alcocer no existe) a un tipejo vulgar y majadero que es y será responsable de la peor crisis sanitaria en la historia del país.

La promoción de la anestesia colectiva y la desinformación son el objetivo de las conferencias mañaneras y los resultados los vemos, por poner un ejemplo, en los mercados, donde se venden veladoras con imágenes del Detente del sagrado corazón mientras millones de mexicanos siguen sin usar cubrebocas. Esa anestesia, generada en Palacio, sirve también para convencer a los mexicanos que todo va bien mientras se ocultan las cifras de asaltos, robos, asesinatos, feminicidios, extorsiones y secuestros. Cifras que superan todo lo vivido en sexenios anteriores. Se ignora la catástrofe económica, no vista desde 1932. Además, la cantinela diaria de “se acabó la corrupción” intenta ocultar los cada vez más evidentes casos de corrupción que todos conocemos, con datos y videos, dentro del propio primer círculo del gobierno mexicano: familiares, amigos y funcionarios.

La anestesia colectiva, a través de la mentira, no es una idea novedosa. Recordemos a Joseph Goebbels, ministro de propaganda del gobierno nazi, que decía: “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”. La misma técnica usaron Fidel Castro, Chávez, Maduro y otros. La sentencia de William Penn tiene plena vigencia en estos momentos.

El problema es que ningún individuo ni ningún pueblo puede permanecer anestesiado por siempre, porque la verdad surge tarde o temprano. Hoy, millones de mexicanos reconocen que se equivocaron al votar por el actual gobierno y su indignación es creciente y su reacción puede ser violenta. Cobra y cobrará mayor intensidad en todo el país mediante burócratas cesados, los padres de niños con cáncer, médicos maltratados, campesinos sin agua, comerciantes asaltados y robados y, ahora, con los familiares de los 70 mil muertos por covid al saber que, por las disposiciones erróneas, el 70 por ciento de los casos  nunca llegaron a terapia intensiva. La anestesia colectiva promovida por la 4T terminará más pronto que tarde.

La verdad no puede ocultarse. Así como en Salud los expertos muestran con claridad “la falla brutal de liderazgo político en el país”, otros grupos que aman México alzan la voz en defensa de la economía, el medio ambiente, la ciencia, las artes y demás sectores que han sido diezmados en aras de la obsesión presidencial de volver al pasado.

 

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