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Sin decaer

Paola Domínguez Boullosa

Paola Domínguez Boullosa

La coach

 

La medida más segura de toda fuerza
                es la resistencia que vence.

                Stefan Zweig

 

Según la Real Academia de la Lengua Española, decaer significa ir a menos, perder alguna parte de las condiciones o propiedades que constituían su fuerza, bondad, importancia o valor. De acuerdo con la misma fuente, fuerza significa vigor, robustez, resistencia, virtud […]; bondad, por su parte, significa natural inclinación a hacer el bien, cualidad de bueno, amabilidad, apacibilidad […] importancia significa: lo que es conveniente, interesante o de mucha entidad o consecuencia; y valor significa, grado de utilidad o aptitud para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite; importancia de las acciones o palabras… subsistencia y firmeza de algún acto, cualidad del ánimo que mueve a acometer resueltamente grandes empresas o arrostrar peligros […].

Hoy más que nunca es fácil… muy fácil, decaer, sobre todo cuando las circunstancias no cambian, si las consecuencias de las dificultades no menguan, si nada parece vislumbrar un horizonte más positivo del que se vive… Afortunadamente, seguimos aquí y es nuestro deber seguir adelante. Y digo deber porque es lo que deseamos, lo que queremos… lo que anhelamos. Es innegable que la situación es compleja, también lo es la tristeza y el desasosiego que representan cada día más pérdidas; que hemos tenido que asumir nuestra propia vulnerabilidad y la pérdida de seres queridos; que nuestra realidad ha cambiado y que ésa será aún la tendencia… siendo objetivos, sí… es fácil decaer…

Es fácil rendirse, decidir mirar hacia otro lado, flaquear ante las limitaciones e incluso coquetear y burlar las medidas que debemos respetar, jugar sin precaución a ser libre por un día o varios y, sí, algunos hasta jugándose la vida engañándose a sí mismos sintiéndose infalibles. Absurdos actos de valentía que no dejan ver más que la debilidad de carácter, la irresponsabilidad personal y social y su profundo desinterés y amor por la vida… Y estas palabras no encierran ningún afán de crítica, la libertad es el primero de nuestros derechos, pero vale la pena observar ese otro ángulo que no es libertad, sino libertinaje. Exaltaciones indebidas en momentos de dificultad es y ha sido siempre un profundo síntoma de inmadurez.

Y no… aunque la incomodidad a la que estamos sometidos amenace con colapsarnos, es nuestro menester seguir adelante sin decaer. La vida lo vale todo, lo repito una vez más, y eso debería de ser argumento suficiente para recular de cualquier justificación tan arbitraria como el hartazgo, la falta de esperanza, el aburrimiento o la tristeza. Que no le confundan… merecemos lo mejor, sí; merecemos vivir sin tantas ataduras, sí… lo que no se acaba de entender es que las medidas que debemos seguir intentan, en lo posible, preservar nuestra vida para volver cuanto antes a la normalidad … estos permisos que muchos se dan porque consideran que ya ha sido demasiado y merecen un respiro no lo han comprendido aún… no han comprendido que la necesidad de protegernos a nosotros mismos y a los demás no es un acto de voluntad, sino una obligación, un deber.

Por eso hoy le invito a no decaer, a seguir adelante asumiendo su fuerza, su bondad, su importancia y, sobre todo, su valor; porque si algo necesitamos es tener valor para seguir planeando nuestro futuro. Lo que nos falte por vivir no puede afrontarse nunca con debilidad de carácter y nuestras flaquezas tampoco. El riesgo está ahí, porque se trata de no llevarnos a perder nuestra propia existencia. Nada se termina hasta que se termina… pero seguimos aquí y debemos seguir adelante.

Créame, su mayor poder hoy no está en arriesgarse, está en mantenerse a salvo, no está en luchar contra las circunstancias, sino en la lucha interna consigo mismo para que esas circunstancias no puedan superarle, piénselo, le aseguro que tiene más razones para seguir adelante que para detenerse. Enfóquese en lo importante: vivir; y sea creativo, busque nuevas y mejores formas de mantenerse en pie y, si cae, levántese… usted lo vale, su vida lo vale, su futuro le necesita y, recuerde, su fuerza se mide en la resistencia que vence… Como siempre, usted elige.

¡Felices fuerzas, felices vidas!

 

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