Despertares imperfectos

La inadaptación a lo imperfecto
                es lo que mejora al hombre

                Antonio Gala

La vida siempre tiene un momento en el que uno despierta. Y no exactamente de un sueño, sino más bien, de un letargo que le ha impedido soñar. La vida pasa a gran velocidad, y a ese ritmo se pierden en el camino tiempos de reflexión, preguntas necesarias, paradas obligadas, conversaciones interesantes y silencios imprescindibles.

Es innegable… nadie puede despertar de un letargo a menos de que se haya permitido sentirlo, a menos que pueda percibir con claridad las señales de que su vida no está siendo la vida que merece y desea. A menos que comprenda que nadie ni nada vendrá a resolver su propia existencia, pero el ser humano peca de necedad cuando de pensar, razonar y reflexionar sobre su propia vida se trata, porque siempre será más fácil fingir, convencerse a uno mismo que todo está bien o asumir sin más preámbulo que son los otros los equivocados y no uno.

Es bien sabido que en el aprecio de las multitudes hay poca cabida a la diferencia en el estilo de vida, de elección o de autodeterminación, la manada necesita moverse en manada y no acepta disidentes. Quizá por eso inviertan tanta vida en parecer y no en ser, quizá por eso, inviertan más tiempo en la acción que en la reflexión y quizá por eso también, los errores que se cometan sean tan pocos, porque las manadas no suelen arriesgarse, sólo siguen lo ya permitido, lo ya estipulado, lo ya creado y terminan creyendo que es la verdad absoluta.

Por eso hoy le invito a despertar de ese letargo que no le ha permitido soñar, que no le ha permitido ser, que no le ha permitido pensar, ni mucho menos reflexionar y autoponerse límites a usted, a su vida y a su entorno.

Porque le aseguro que nada ni nadie es perfecto, todo tiene en sí mismo una imperfección, sólo es perfecto lo que ya no tiene posibilidad de elevarse a un mejor nivel o mayor grado, y tratándose de seres humanos todos podemos ser mejores

Despertar significa según la Real Academia de la Lengua Española, cortar o interrumpir el sueño a quien duerme, traer a la memoria algo ya olvidado; hacer que alguien reflexione o recapacite; hacer que nazca o se manifieste un deseo o un sentimiento; dejar de dormir. Y también, dicho de una persona que era ruda, abobada o simple. Hacerse más advertida, avisada y entendida. 

Créame, en la vida siempre habrá situaciones que nos mantengan en el letargo, semidormidos frente a nuestra propia vida, pero es nuestra vida y la única que tenemos, es por eso que debemos despertar, aferrarnos a lo que somos e, incluso, a ferrarnos al cambio de aquello que no queremos ser y trabajar en consecuencia, porque no hay tanto tiempo ni tampoco tantas oportunidades.

 Lo perfecto no existe, pero hay imperfecciones que no nos corresponde vivir y frente a las cuales no debemos adaptarnos. Es bueno ser diferente, es bueno ser imperfecto y buscar su propia perfección y es necesario y maravilloso ser un inadaptado en la imperfección ajena.

Mejor, despierte, asuma la situación en la que esté su vida y busque su propia imperfección que le permitirá seguir evolucionando y adaptarse sólo a aquello que crea necesitar hacer y hágalo sin tiempos definidos, porque tratándose de su vida, siempre debe darse la oportunidad de cambiar de opinión, de elección, de estrategia e incluso de estilo de vida. Como siempre usted elige.

¡Felices despertares, felices vidas!