Testigo

A pesar de que no lo ha hecho oficial, el gran quarterback de los Santos de Nueva Orleans, Drew Brees, seguramente en los próximos días anunciará su retiro, luego de perder la semana pasada ante los Bucaneros de Tampa Bay, que comanda Tom Brady. Las lesiones y la exigencia de la NFL parecen haber terminado con el ánimo de Brees a sus cuarenta y dos años, un fantástico quarterback que sucumbió ante el inaudito éxito habitual en Brady. Ahora el histórico, y para muchos mejor de la historia, Brady, estará jugando ante los poderosos Packers, de Green Bay, un partido muy complejo, pues los pronósticos señalan que tendremos la repetición del Super Bowl I, donde los de amarillo y verde estarán enfrentando a los Jefes de Kansas City. Sin embargo, no debemos descartar la maestría e inteligencia del coach de los Bucaneros, Bruce Arians, quien se ha entendido de las mil maravillas con Brady. Además, llegan a esta instancia con nada que perder y todo que ganar. En la decisión de Tom Brady de dejar a los Patriotas y cambiar de equipo pesó mucho la privilegiada inteligencia ofensiva de Arians, quien es un viejo y exitoso lobo de mar.

En ambos partidos de final de conferencia, la diferencia en las apuestas es de un gol de campo a favor de los locales. Francamente, el factor Brady pesa mucho a favor de los de la bahía de Tampa, a pesar del gran momento de Aaron Rodgers, que parece ser mejor que el de su rival. Sin embargo, la maestría y capacidad ganadora del quarterback de los Bucaneros pesa mucho en la ecuación.

La convocatoria, amable lector, es que no pierdas la oportunidad de ver al gran número 12 de los Bucaneros en su intento de llegar al décimo partido final de la NFL, algo inaudito. Y en caso de lograrlo, estará buscando un séptimo anillo de campeón, todo un récord. Por su parte, el duelo entre el maravilloso Patrick Mahomes, de los Jefes de Kansas City, y Josh Allen, quarterback de los Bills de Búfalo, se distingue por la juventud de ambos, 25 y 24 años de edad respectivamente, por lo que suplen la carencia de edad y experiencia con el inmenso apetito de ser históricos. Por otro lado, el duelo Brady ante Rodgers es uno de gran solera, de aroma a añejo, pues entre los dos suman ochenta años de edad y treinta y seis temporadas en la NFL. No perdamos la oportunidad de ser testigos de tan trascendente evento deportivo. Les puedo asegurar que la recomendación es muy certera. Buen pretexto para quedarnos en casa y disfrutar de las finales de conferencia de la NFL. Nos cuidamos y nos divertimos siendo testigos de dos grandes encuentros, en especial el de los viejitos. Me atrevo a vaticinar que puede ser de alarido e inolvidable.

Que gane el mejor…

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.