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Narcotráfico a debate

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Luis Maldonado Venegas*
 

Hace unos días, el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, asistió en Teloloapan, Guerrero, a la instalación del 41 Batallón de Infantería cuyo objetivo será disminuir los índices delictivos en los municipios de la región norte y en la Tierra Caliente de esa entidad federativa, la según nota informativa del  corresponsal Ángel Galeana publicada en Excélsior el sábado 6 del mes en curso.

Ya en Chilpancingo, el titular de la Sedena puso a debate nacional una propuesta que merece, como él mismo lo sugiere, reflexión y análisis: legalizar el uso de la amapola con fines medicinales, lo cual “podría ser la salida a la violencia”. En el mismo sentido diversas voces de organizaciones sociales y políticas se han manifestado para que se incluya en ese status a la mariguana.

Conocedor profundo del tema, Cienfuegos advirtió de la necesidad de analizar cuidadosamente algunos aspectos, como la seguridad de los campesinos que, llegado el caso, dejarían de vender droga a bandas delictivas. Al respecto, la propuesta del general Cienfuegos sugiere que los agricultores desplazados de la comercialización delictuosa produzcan la goma de la amapola para venderla al gobierno federal y éste se encargue de canalizarla a fin de producir morfina para fines medicinales.

Lo anterior, sin omitir el intenso tráfico comercial de cocaína proveniente de Sudamérica, con destino a los Estados Unidos, y el auge que ha cobrado la producción de metanfetaminas. Esta última droga, que derivó de las anfetaminas a fines del siglo pasado, se puede producir fácilmente en pequeños laboratorios clandestinos con ingredientes baratos comprados sin receta médica; sus efectos son más duraderos y resultan muy dañinos para el sistema nervioso central.

El problema es grave en todos sus aspectos y se registra en numerosas entidades federativas; tantas, que resulta ocioso nombrarlas. Están penetradas por las bandas criminales, en cuyas redes han sido atrapadas autoridades políticas y policiacas. Muchos jornaleros han dejado de sembrar café y otros cultivos para dedicarse a la mariguana y la amapola.

Sin duda es de la mayor importancia que este planteamiento haya sido hecho por el militar de más alto rango en las Fuerzas Armadas, particularmente por la situación que vive México ante la creciente actividad del narcotráfico y su itinerario de violencia y muerte hacia el gran mercado de los Estados Unidos.

Sabe el general Cienfuegos que en nuestro país actúan, por lo menos, más de diez cárteles del narcotráfico, cinco de ellos incluso dominan el narcomenudeo en Estados Unidos. Desde que el gobierno de México inició en 2006 una batalla frontal para combatir al crimen organizado y al narcotráfico, la violencia generada ha cobrado la vida de más de 34 mil seres humanos, incluidos militares.

La ONU ha referido que estamos involucrados en un problema universal, paradójicamente recrudecido por el arma de doble filo que es la globalización: “las fronteras y los mercados abiertos han favorecido a terroristas y criminales”.

Yury Viktorovich Fedotov, diplomático ruso de alto nivel y director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), afirma que el narcotráfico genera 320 mil millones de dólares de ingresos cada año para “los señores de la droga”, Ese tráfico mundial (hay que señalarlo por más que lo soslaye la Casa Blanca en Washington), no es trasiego de dinero en rublos, euros, piastras, libras o pesos mexicanos, sino en dólares estadunidenses provenientes de un gran mercado configurado por millones de adictos a los estupefacientes.

Todo ese dinero es para planificar, reclutar y entrenar personal; operar clandestinamente por todas las vías disponibles: aéreas, marítimas o terrestres y mantener las redes del cártel de que se trate, según Mike Smith, director ejecutivo del Comité de la ONU contra el Terrorismo (CTED).

Los cárteles mexicanos están involucrados en el control de todas las cadenas productivas de estupefacientes del continente americano. Además, intercambian minerales por precursores químicos y asesoran a mafias de todo el mundo.  Sólo en México, el negocio que manejan estas bandas está valuado en 40 mil millones de dólares. ¿Por qué tan lucrativo? Porque un kilogramo de pasta de cocaína puede aumentar su valor en 42,000%, según Transnational Crime and the Developing World.

Ahí está, sobre la mesa, la propuesta del general Salvador Cienfuegos.

*Presidente de la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM

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