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Las razones del Presidente

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Rubén Rocha Moya

El domingo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó a la nación su informe trimestral de labores. En forma resumida, dio cuenta del trecho avanzado en el nuevo régimen que preside. Destacó los ejes que le dan soporte, sentido e identidad a la Cuarta Transformación. Y, además, delineó el plan sanitario y económico con el que está y seguirá atendiendo al país, en medio de la crisis mundial en tiempos del coronavirus.

Con ánimo redoblado y ante la presencia virtual de millones de mexicanas y mexicanos que dieron seguimiento puntual a su mensaje, el Presidente hizo hincapié en que, a la vez que enfrenta los avatares de la pandemia del COVID-19, refrenda su ideario de transformación profunda de la vida pública de México. En ese derrotero, sin variar el rumbo, entre informe y propuesta, de su discurso destacó:

1. Sí somos el segundo país en el mundo con menos infectados de coronavirus y el tercero con menos decesos en razón de su población, quiere decir que, aun frente a las críticas y excesos de adversarios, podemos afirmar que México ha llevado por la vía correcta la política de salud contra el COVID-19.

2. El discurso del Presidente genera confianza por la claridad en las medidas asumidas para la atención segura a los enfermos de coronavirus, pues se advierte que hay: a) suficiente personal médico especializado y de enfermería, b) un número también suficiente de camas y equipo como ventiladores y demás y c) disposición de recursos para adquirir lo necesario en equipo y contratar el personal requerido –de hecho esto ya se está haciendo–, si excede lo previsto en magnitud el daño por la pandemia.

Cuando el Presidente ha pedido prudencia y evitar el pánico, se ha querido ver en esto una actitud que minimiza la gravedad de la pandemia. No es así. Por el contrario, se adelantó en preparar los operativos necesarios para encarar el problema.

3. Su plan económico ante la contingencia es absolutamente congruente con su política económica, sostenida por él desde la campaña, durante su primer año y meses de gobierno y su proyección de largo aliento.

En efecto, primero los pobres, primero el bienestar del pueblo y sus grupos vulnerables y nunca más regresar a los privilegios elitistas, tratando de salvar a los que más tienen y marginando a los que mayormente lo necesitan.

Eso no significa desatender al sector productivo y de servicios. Consciente de ello, el Presidente anunció una inversión entre el sector público y privado para el sector energético de 339 mil millones de pesos y, además, el otorgamiento de 2 millones diez mil créditos personales de vivienda y a pequeñas empresas familiares, al sector formal e informal de la economía. Amén de las fuertes inversiones en obra pública que generarán en los nueve meses venideros, 2 millones de nuevos empleos.

Destaco en este renglón, por el impacto que tendrá para los sinaloenses, la reciente disposición presidencial de garantizar un precio para el maíz que da certidumbre a los pequeños y medianos productores.

4. O sea, la línea expuesta por el presidente López Obrador es: intensificar la política social teniendo como base la reforma constitucional del artículo cuarto de nuestra Carta Magna y nunca volver a los desbordados estímulos fiscales a la gran empresa o a los ofensivos rescates financieros tipo Fobaproa, descuidando a los pobres.

Por todo ello, advierto en su conducta firmeza y convicción en la defensa de su política de transformación profunda de México, sin arredrarse ante las especulaciones de politiquería en contra de la 4T y los agoreros de la debacle.

Por eso, frente a las dificultades transitorias que vivimos, y seguros de que unidos con el pueblo las venceremos, aprovecho para convocar a las y los mexicanos a refrendarle el apoyo total al presidente Andrés Manuel López Obrador.

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