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Covid-19… con ciencia

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Enrique García y García
Físico nuclear, egresado de la UNAM
Twitter @fisicogarcia

 

La crisis sanitaria no cede y tal parece que durará varios meses más. ¡Vaya calamidad! Es muy preocupante que el hastío lleve a la población a tomar medidas desesperadas para subsistir y no le falta la razón, pues los ahorros están más que agotados, los ingresos al mínimo, la actividad escolar que demanda más tiempo, y otras repercusiones; todo esto hace que vivamos en una neurosis generalizada nunca vista antes.

Sin embargo, la vida debe seguir a pesar de todo y es menester buscar alternativas que mitiguen lo anterior y adaptarlas al trajín diario para generar recursos económicos que coadyuven a la actividad preponderante. Se dice que es necesario reactivar sin arriesgar, y de eso trata el editorial.

Desde hace menos de un año hemos tenido que adquirir ciertos instrumentos reservados para el mundo científico y, muy particularmente, en el campo de la medicina; hasta ese entonces, los aparatos para atender las enfermedades se circunscribían a una báscula mecánica y un termómetro “de mercurio”. Poco a poco se fueron incorporando más instrumentos de medición dado que los precios eran menores y también por el hecho de que los enfermos mostraban mayor interés en sus dolencias, así llegaron los medidores portátiles de presión arterial, “termómetros de alcohol”, básculas digitales, etcétera.

Es indudable que la medicina ha sido beneficiaria de diversos avances científicos incluyendo los atómicos, sí, amigo lector, leíste bien, las investigaciones nucleares y magnéticas han servido para desarrollar diversos aparatos para hacer estudios cotidianos, como lo son las radiografías, ultrasonidos, tomografías, resonancia magnética, por mencionar los más relevantes.

A partir de este año, las ventas de ciertos instrumentos como los “termómetros infrarrojos” para tomar lecturas a distancia, y en menor proporción los medidores de la oxigenación de la sangre. La razón es sencilla porque conforme más se conoce del virus covid-19, hay más síntomas clave a observar que se pueden evaluar con la determinación de ciertos parámetros. No será remoto que aparezcan aparatos que determinen la existencia o no del contagio, a través de pruebas instantáneas en saliva o sangre. La ciencia está presente en la situación de emergencia de salud.

Mientras se logra contener la pandemia es preciso que la economía repunte con precaución, y de nueva cuenta la investigación científica puede aportar más cosas a los aspectos sanitarios propiamente dichos.

Se ha dicho hasta el cansancio las diferentes medidas para contener el contagio y siguen concentrándose en tres aspectos, como ya se apuntaba en otras Glosas1: uso de mascarillas, guardar sana distancia y evitar aglomeraciones. Referente a la última medida, la situación es muy complicada porque es muy subjetiva y cada país, estado o municipio, adopta un criterio sin tener mayor sustento, salvo honrosísimas excepciones como Japón y otros.

El sentido común, que debería seguir una lógica como la recién aludida, plantea que las actividades masivas, bajo techo y sin protección facial son el punto de máxima probabilidad de que se dé un contagio viral. La situación se ha ejemplificado muchas veces, pero en ellas solamente se ven los efectos de la propagación del virus, y nada se dice del efecto de la aglomeración de personas y he aquí donde la ciencia entra en acción para medirla. ¿Cómo?: a través de mediciones de CO2 en el aire y determinar las partes por millón (ppm) en el ambiente.

Recientemente, un prestigiado médico2 mexicano y experto internacional en infectología, hacía alusión a lo arriba señalado y recomendaba la adquisición de esos medidores para así tener la certeza de que el sitio está suficientemente ventilado y así permitir o no la entrada de más personas al lugar; por otro lado, los usuarios podrían decidir si entran o no al sitio en cuestión. Es de señalar que los precios son accesibles, pues son medidores portátiles y de fácil manejo; su precio es similar a los medidores digitales de oxígeno en la sangre.

En los talleres3 de Calidad de Agua para niños se utilizan sencillos medidores cuantitativos de oxígeno disuelto en el agua, y no estaría de más enseñarlos a medir también el bióxido de carbono en el aire, así estarían al día aportando datos como lo hacen los científicos en esta época que les ha tocado vivir.

El covid-19 se sigue enfrentando… con ciencia.

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1. Lógica sanitaria… lógica. Glosas. E. García y G., mayo 2020. México.

https://glosas.com.mx/2020/05/logica-sanitaria-logica/

2. Medidores de dióxido de carbono.

YouTube. Alejandro E. Macías H., enero 2021. México.

https://www.youtube.com/watch?v=DN68l7HZuKE

3. Aquae custodes… en acción. Glosas.

E. García y G., agosto 2012. México.

https://glosas.com.mx/2012/08/aquae-custodes-en-accion/

 

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