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Visita oficial a una producción

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

La visita del presidente López Obrador a los Estados Unidos no se hubiera calificado como exitosa sin la interlocución del canciller Marcelo Ebrard, quien fungió como lo hubiera hecho en el pasado un jefe del EMP y quien debió hacer, junto con la embajadora, un gran trabajo de avanzada, de logística diplomática, de seguridad para nuestro Presidente.

Su experiencia diplomática logró hacer del viaje presidencial una visita en donde no se tocaron, cuando menos públicamente, temas que le son muy sensibles al pueblo de México y redituables a la campaña electoral de Donald Trump. El Presidente de México tenía un plan de viaje bien planeado, uno como los que prepara para sus giras a los estados, sencillo y austero, un viaje en donde la producción se encarga de hacerlo ver ante sus seguidores tan humano como el resto, esos viajes en donde escucha lo que quiere escuchar y se le pregunta lo que quiere contestar.

Austero en todos los sentidos y barato para las cámaras de sus seguidores, viajando en línea comercial, hospedado en nuestra embajada, un viaje que, en la realidad, era más costoso por las implicaciones para dar seguridad al Presidente de México, tanto en los traslados y trámites que implican un viaje al extranjero como en el avión durante el vuelo, en donde era obvio que hubiera agentes del servicio secreto de EU junto con los elementos del extinto EMP como comitiva.

Una visita en donde los pronósticos de analistas en todos los ámbitos quedarían minimizados por la realidad, ninguno tomó en cuenta la habilidad de Epigmenio Ibarra para crear realidades. Todo parecía escrito en libreto revisado y aprobado. Ninguno tocó temas incómodos para ambos. No se mencionaron de manera explícita temas específicos en seguridad como el tráfico de armas o la colaboración frente al combate del narcotráfico, pareciera que las políticas migratorias endurecidas aluden de manera indirecta al tema del muro, aquel simbólico discurso que en la realidad ha logrado más kilómetros de GN al sur de nuestro país que de metros construidos de muro en el norte.

Para Trump, México está cumpliendo con ser el tercer país seguro en la práctica, aunque no se reconozca en el discurso. Llama la atención que en la comitiva no se considerara a los secretarios de las FA cuando sus homólogos norteamericanos estuvieron en todo momento presentes. ¿Fue un acuerdo también? Un discurso que se basa en agradecer de manera tan impetuosa e insistente que se nos trate con respeto, es un discurso que por ningún lado por sí mismo respeta a nuestro país.

La actitud de ambos presidentes, calificada como conciliadora e inteligente por diversos medios, no es más que el resultado de un libreto anunciado y dirigido a los votantes de ambos mandatarios, quienes coinciden en tener elecciones próximas determinantes para sus gobiernos. Sin embargo, se quedan en el tintero, entre muchos otros temas, el apoyo a 39 millones de compatriotas que viven en EU quienes sufren discriminación, persecuciones y maltrato por la polarización de la política antiinmigrante del hoy gran amigo de nuestro Presidente.

Muestras en contra y a favor de López Obrador durante la visita fueron organizadas por agrupaciones dirigidas por Morena desde nuestro territorio, en su mayoría hondureños y salvadoreños, quienes participaron tan efusivamente y quienes agredieron a la familia LeBarón cuando intentó hablar con López Obrador por la falta de atención a víctimas del crimen organizado.

 

 

De imaginaria

No sólo Trump le declaró amor eterno al Presidente de México, le tenía como luna de miel y envuelto para llevar un gran regalo, ya comprado, ya elegido, ya previsto que tuvo que esperar el momento adecuado para entregárselo el mismo día de su encuentro. La detención y extradición de César Duarte, exgobernador de Chihuahua.

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