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Tiempos de pandemia

Martín Espinosa

Martín Espinosa

A partir de la llegada de la variante ómicron al país se observó un incremento en el número de nuevos casos de covid-19, lo cual se ha hecho exponencial durante los últimos meses. Y a pesar de que aún no hay una fecha exacta para que esta pandemia concluya, tenemos que seguir a la defensiva protegiéndonos con las medidas sanitarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Bajo este panorama, un aspecto clave que ha sido fundamental en la defensa contra este virus, es el uso del plástico como aliado en la protección y el combate contra la covid-19. Su importancia se ha hecho presente en la gran variedad y multiplicidad de herramientas, soluciones y objetos de plástico que han salvado millones de vidas alrededor del mundo, desde hace más de 30 años y, con mayor razón, en estos últimos 22 meses.

Desde el inicio de la pandemia hemos sido testigos de los “héroes sin capa” de la salud, que han estado día a día en la defensa contra esta crisis sanitaria. Desde su comienzo, han requerido con urgencia diversos elementos que los protejan y los ayuden a combatir este virus, como máscaras, tapabocas, ropa médica, gafas de protección, entre otros insumos médicos.

A todos estos elementos los caracteriza algo en común: que están elaborados de un elemento versátil, higiénico e innovador: el plástico. A pesar de la polémica que hay alrededor de este material, es importante señalar que ha ayudado en todo el mundo para disminuir los contagios y evitar la propagación de ésta y otras enfermedades. De la misma forma, en la medicina, la mayoría de los implementos que ayudan a atender la pandemia actual están fabricados a partir de resinas plásticas; tal es el caso de los respiradores, las mangueras de venoclisis, jeringas, etcétera, por mencionar algunos.

Asimismo, sin el plástico no nos podríamos proteger como lo hacemos actualmente. No se podrían conservar, convenientemente, muchos de los alimentos que consumimos ni abastecernos de agua potable tan fácilmente, por poner solamente algunos ejemplos.

Se estima que los productos de plástico crecieron seis veces más durante la pandemia que durante el uso ordinario. La demanda de jeringas para cumplir con el programa de vacunación contra el covid-19 se incrementó en 35 por ciento.

Las bolsas y empaques de plástico que son utilizados para la conservación de los alimentos permiten extender su vida útil durante más de 30 días, además de evitar la propagación de enfermedades transmitidas por alimentos (virus y bacterias). Las bolsas y empaques hechos de plástico, por motivos de inocuidad, están permitidos en los expendios de alimentos frescos, preparados y refrigerados.

Por ello, en esta lucha, muchos han sido los esfuerzos de la industria privada, gobiernos, empresas y gente diversa por ayudar y aprovechar la importancia del plástico ante la covid-19. Tal es el caso de la Organización en Favor de la Economía Circular, AC, constituida por 257 empresas de la industria del plástico, fabricantes, comercializadores, recicladores y recolectores. Ha estado trabajando de la mano con más de 18 estados y 100 municipios del país para replicar el modelo de economía circular. Asimismo, trabajó desde hace dos años, en conjunto con el Senado de la República, para lograr una Ley General de Economía Circular, la cual fue aprobada el 17 de noviembre.

Podemos afirmar que el plástico es el gran aliado del hombre. Ha mantenido el cuidado de nuestra salud, sobre todo, permite que las personas y los gobiernos sean más responsables. Y si bien, los tiempos de crisis no son los mejores para aprender y corregir el camino, se puede empezar a construir un panorama del uso del plástico como medida responsable y aprovechar todas las bondades que siempre tendrá para la humanidad.

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