Logo de Excélsior                                                        

Conacem, la tormenta perfecta

Martín Espinosa

Martín Espinosa

Al parecer, la asociación civil denominada Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem) se halla en medio de una tormenta perfecta. El primer hecho es que un grupo de médicos llamado Los médicos de la esperanza, organización cercana a la 4T, solicitó al presidente López Obrador su intervención para que a través de un decreto o una propuesta de reforma se le quite el carácter “mercantilista” a la Ley General de Salud, para que nuevamente sea la Secretaría de Educación Pública —a través de la Dirección General de Profesiones— la que certifique a los médicos y se fijen cuotas justas para que estos recursos económicos lleguen a las arcas de la nación y no a los bolsillos de unos cuantos, acusando a la Conacem de apoderarse de la certificación de los médicos, además de obtener beneficios económicos de los profesionales de la salud.

Un propósito de la Cuarta Transformación es combatir la limitada oferta académica de sedes donde se imparten los campos clínicos del Sistema Nacional de Residencias Médicas, así como el “negocio” por el cobro de las certificaciones emitidas por la Conacem y sus consejos de especialidades, que en nada han beneficiado el aumento de plazas para residentes ni tampoco fomentado el aumento del profesionalismo y fortalecimiento de las especialidades médicas.

El segundo hecho es la presentación de una decena de juicios de amparo promovidos por un centenar de médicos, que buscan que la Suprema Corte de Justicia declare inconstitucionales las modificaciones a la Ley General de Salud realizadas por Felipe Calderón y que otorgaron facultades extralegales a la Conacem, lo cual se sumaría a la reforma que hizo el Senado al artículo 81 de la Ley General de Salud para facultar exclusivamente a la SEP para expedir cédulas de especialidad médica y así brindar certeza a la sociedad de que quienes se ostenten como profesionistas cumplan con la formación académica y los requerimientos legales para ejercer, reforma que ahora está en manos del diputado Emmanuel Reyes (Morena), presidente de la Comisión de Salud en la Cámara baja.

Y por último y muy peligroso es el conflicto que se vive al interior de la Conacem debido a que el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A.C., se intenta apoderar de todos los procedimientos estéticos al interior de la Conacem junto con otra asociación civil, Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Sin embargo, según los datos de la Secretaría de Salud, en el Sistema Nacional de Residencias Médicas no existe la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva o Cirugía Estética, por lo que ambas asociaciones no pueden incluir el término “estética”. Asimismo, el Consejo emite certificaciones apócrifas a los especialistas al certificarlos como médicos en la especialidad de Plástica, Estética y Reconstructiva, siendo más de 200 los certificados expedidos y vigentes hoy día, desplazando a otorrinolaringólogos, ginecólogos, cirujanos orales y maxilofaciales en la realización de cirugías estéticas en las áreas de su especialidad.

El gran negocio y el monopolio que los cirujanos plásticos reconstructivos intentan imponer en nuestro país con relación a la cirugía estética pone en riesgo a la Conacem. No vaya a ser que por defender un monopolio, la 4T termine regresando la rectoría de la certificación médica al Estado.

 
Conflicto en CDMX por desalojo

Todo indica que el conflicto por la propiedad del predio ubicado en las calles de Turín 46, colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc, continúa y escalará como una confrontación entre el poder Judicial de la CDMX y el gobierno de la capital, debido a las ilegalidades en que incurrió la autoridad a la hora de deslindar responsabilidades. En la próxima entrega le contaré la historia del desalojo ocurrido el pasado 15 de octubre en el que los verdaderos dueños del predio resultaron ser los “invasores” a los ojos de la autoridad corrupta.

Comparte en Redes Sociales