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Afrenta contra obras federales

Martín Espinosa

Martín Espinosa

 

 

Ni arrecife que defender ni tampoco irregularidades legales que denunciar hay en la construcción del nuevo muelle de cruceros en Cozumel. Lo que sí hay es una guerra por conservar el monopolio de arribos de cruceros a las terminales estadunidenses de las navieras Carnival y el grupo SSA Marine.

Estamos hablando de un mercado en disputa por más de 474 millones de dólares anuales, de acuerdo con los académicos de la Universidad de Quintana Roo Alejandro Palafox Muñoz y Adrián Alejandro Vilchis Onofre, quienes observan un “tinglado” de intereses empresariales.

“Llevados por la marea” o, mejor dicho, por los grupos de interés, ambientalistas y colectivos de derechos humanos han logrado ingresar un amparo en contra del muelle. Ahora, el recurso está siendo revisado por el Juzgado 3º de Distrito en Cancún, encabezado por Pamela López. Aunque, de no existir una evolución correcta, es muy probable que el litigio termine en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que preside Arturo Saldívar.

Entre esta “maraña” de intereses empresariales se asoma la empresa Sand Dollar Sports, del estadunidense John Flynn, la cual controla el acceso a la zona marítima con la MIA 23QR2008T0014, que es, ni más ni menos, el lugar donde se desarrollará el muelle.

La inconformidad de Flynn es abierta, en alianza con los ambientalistas, debido a que controla el sendero ecoturístico que desemboca en una playa artificial, la cual explota con fines particulares y está próxima al lugar donde se construirá el muelle. Esa playa cuenta con un muelle de turismo náutico que actualmente es punto de partida de más de 15 embarcaciones propiedad de Sand Dollar Sports.

Pero esta “campaña” no podría haberse extendido sin la participación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, encabezado por Gustavo Alanís Ortega, cuyas iniciativas son aplaudidas públicamente por el diputado Gabriel Quadri, quien, por cierto, también ha resultado relacionado con SSA Marine.

Esta empresa de origen estadunidense tendrá uno de los muelles de cruceros más grandes de Latinoamérica, superior a los 600 metros; sin embargo, los ecologistas se han quedado mudos o todo queda entre “cuates”, pues, a pesar de que su ampliación se realiza en la misma área marítima en donde se construirá el nuevo muelle, su supuesta defensa ambiental pareciera ser selectiva.

La Manifestación de Impacto Ambiental aprobada por la Semarnat el 14 de abril de 2021, con número de oficio SGPA/DGIRA/DG/o1824, que concede la ampliación del muelle de SSA Marine en Cozumel, fue elaborada por la empresa Sistemas Integrales de Gestión Ambiental (SIGEA), firma en donde, casualmente, figura como directiva Thelma Lazcano, esposa de Quadri.

Juan Carlos Hernández, director de la consultora ambiental Biósfera, con sede en Playa del Carmen, argumenta que los opositores al nuevo muelle prefieren ignorar otros problemas en Cozumel; obviamente que hay otros intereses que están detrás de la movilización contra la obra.

La guerra mediática también se ha trasladado al ámbito legal, donde se argumenta que la Semar, que encabeza el almirante Rafael Ojeda, no debe seguir sosteniendo la concesión por presuntas violaciones a la Ley de Puertos, al haber entregado una concesión particular.

Pero saben que las concesiones particulares pueden ofrecer servicios a través de contratos exclusivos con las navieras, mientras también existen terrenos contiguos a la zona federal en donde existen precedentes de operación. Es el caso de la terminal de Carnival, que es particular. ¿O acaso esto se les olvidó?

Según los especialistas, lo que en realidad preocupa a las terminales estadunidenses es que la poderosa naviera Royal Caribbean podría contar con una segunda opción para arribar, en lugar de hacerlo en SSA Marine.

Por ello es que estos grupos decidieron aliarse con los enemigos de la 4T, como es el CEMDA y otras organizaciones, para frenar la competencia a cualquier costo, pese a que el proyecto del Muelle de Cruceros, Terminal Cozumel, es parte de los 39 Proyectos Prioritarios del presidente López Obrador, presentados en octubre de 2020.

 

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