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El principio para evitar el fin

Lorena Rivera

Lorena Rivera

La cuenta regresiva está en marcha. Esta década será decisiva para recuperar la salud de la Tierra y el bienestar de las personas. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) le da a la humanidad ese tiempo para cambiar el estado de las cosas.

Es urgente combatir la amenaza que representa la crisis climática. Ya se perdieron, mínimo, 50 años desde que los científicos alertaron sobre los efectos devastadores de este fenómeno resultado de las actividades humanas y de la quema desmedida de los combustibles fósiles.

Sólo se tienen diez años para limitar el aumento de las temperaturas globales por debajo de 1.5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales y para lograrlo deberán recortarse las emisiones de dióxido de carbono en 45% o más hacia 2030. De ahí la emergencia.

Si no se pasa rápidamente de las promesas a la acción, no sólo se perderá la batalla contra el más grande de los desafíos de la humanidad, sino también se fracasará en el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.

La pandemia de la covid-19 se ha sumado a las crisis del clima y de la devastación de la naturaleza, juntas hicieron que emergieran las vulnerabilidades de todos, pero más las de los pobres, así como las desigualdades sociales. El reto creció. Enfrentar dos crisis más: la humanitaria y la socioeconómica.

Ello requiere de las voluntades política y económica y del trabajo conjunto de las otras esferas de la sociedad y de la acción individual. Y deben reconocerse los liderazgos globales y sus iniciativas para crear conciencia sobre la crisis climática y acelerar las soluciones.

El fin de semana pasado, las organizaciones The Climate Reality Project, fundada por el vicepresidente de Estados Unidos y premio Nobel de la Paz, Al Gore, y TED, que dirige Chris Anderson, se sumaron con el propósito de promover acciones y soluciones a la crisis climática en un mundo donde convergen la pandemia de la covid-19 y las injusticias social y racial.

Así, se transmitió vía streaming, durante seis horas, TED Countdown, evento en el cual participaron líderes climáticos, científicos, artistas, políticos y otros personajes, a través de conversaciones sobre el momento que vive la humanidad y sobre el futuro para lograr un planeta más limpio, seguro y justo.

A Grosso modo, ponentes como Christiana Figueres, exsecretaria ejecutiva de la CMNUCC, quien ayudó a negociar el histórico Acuerdo de París en 2015; António Guterres, secretario general de la ONU; Johan Rockström, director del Potsdam Institute for Climate Impact Research; Ava DuVernay, cineasta; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, además del papa Francisco y el príncipe Guillermo, entre otros, no sólo recordaron qué es la crisis climática y cuáles son sus consecuencias, sino, además, coincidieron en señalar, con optimismo, que existen soluciones para reducir las emisiones de GEI: economías menos agresivas, desarrollo sostenible, acelerar la transición energética, construir ciudades más verdes, movilidad eléctrica, conservación de la biodiversidad y elección de políticos sensibles a las crisis globales, entre otras.

El papa Francisco, en su presentación, resaltó la urgencia de lograr una ecología integral, mencionada en la encíclica Laudato Si’, para que la humanidad responda al grito de la Tierra.

Para ello, recomendó tres pasos: 1) promover una educación basada en la ciencia, en el cuidado de la casa común para comprender que los problemas ambientales están relacionados con las necesidades humanas y viceversa; 2) poner más énfasis en el acceso al agua potable y asegurar una alimentación adecuada para todos a través de la agricultura no destructiva y, 3) una transición energética progresiva, pero sin demora, pues los científicos calculan, aproximadamente, menos de 30 años para reducir drásticamente las emisiones de GEI en la atmósfera.

En tanto, el segundo en la línea sucesoria al trono británico, el príncipe Guillermo, recalcó que la ciencia es irrefutable, pues de “no actuar en esta década, el daño que hemos hecho será irreversible y los efectos no sólo los sentirán las generaciones futuras, sino todos los que vivimos hoy”.

De hecho, días antes, junto con el naturalista y divulgador, David Attenborough, echó a andar un programa ambicioso llamado Earthshot, a través del cual se buscarán 50 soluciones a los problemas ambientales y climáticos más graves del planeta para 2030, con una bolsa a repartir de 50 millones de libras esterlinas (65.250 millones de dólares).

Si los esfuerzos se suman a las recomendaciones de los científicos y economistas para una recuperación económica verde para reducir riesgos de futuras pandemias y crisis socioeconómicas y ambientales, será muy probable cumplir el Acuerdo de París y los ODS. La hoja de ruta está trazada y no deben existir más excusas.

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