Hablemos sobre salud mental

¿Alguna vez han tenido problemas para conciliar el sueño durante un domingo en la noche? A veces, saber que todos los pendientes que se quedaron en la lista el viernes por la tarde esperan, impacientes, a ser atendidos el lunes a primera hora, puede causarnos una ansiedad tremenda. ¿Han tenido días, no necesariamente los domingos, en los que simplemente la pesadez es menos tolerable? ¿Han tenido ataques de pánico en el trabajo, en su casa, en el gimnasio? ¿Se sienten burned out? A todas las personas nos pasa. Quizás lo más importante es recordar que hay más gente allá afuera que nos puede ayudar. Hablemos con nuestra familia, amigos y colegas sobre lo que sentimos. ¡Quitémosle el estigma a hablar sobre nuestra salud mental!

En el Reino Unido, uno de cada cuatro adultos experimenta algún problema de salud mental. Uno de cada diez niños es diagnosticados con ansiedad, déficit de atención o depresión. Uno de cada cinco adolescentes sufre de, al menos, un trastorno de salud mental. Una de cada cinco madres sufre depresión, ansiedad o sicosis durante el embarazo o durante el primer año después del parto. En 2018, 6,507 británicos se quitaron la vida. Estos datos se replican, proporcionalmente, en todos los países del mundo.

Hasta hace unos años, en el Reino Unido no hablábamos mucho sobre salud mental. No prestábamos suficiente atención a estas enfermedades. Afortunadamente, el panorama ha comenzado a cambiar. He observado cómo en lo público, ha habido un esfuerzo por hacer un verdadero cambio; por transformar nuestro entendimiento sobre los trastornos mentales y nuestra forma de tratarlos.

Cada vez escucho más voces hablando sobre el tema. Un ejemplo son los Duques de Cambridge y de Sussex, quienes recientemente compartieron cómo el vivir una vida tan pública ha tenido consecuencias negativas en su salud mental.

Aun cuando se habla más al respecto, las personas todavía sienten vergüenza sobre las enfermedades mentales e incluso estigmatizan a otros por hablar de sus experiencias. Tener una enfermedad mental no es sinónimo de debilidad o fracaso. Vivir con una enfermedad mental día a día es sinónimo de valentía. Celebro y admiro a todas aquellas personas que cuentan su experiencia y piden ayuda. Yo personalmente vivo con problemas de salud mental en mi familia inmediata —sé que no es fácil—.  Y, teniendo niños adolescentes, me impresiona mucho el número de adolescentes que sufren de problemas de salud mental. En mi país lo reconocemos como una crisis dentro del sector de salud.

Como parte de la misión diplomática en México, abordamos la salud mental de forma integral. Dentro de la embajada buscamos un balance de vida y trabajo. Tenemos personal capacitado en primeros auxilios de salud mental. También la salud mental es un elemento importante de nuestro programa de salud, el Better Health Programme. Un factor de la salud mental de las y los pacientes médicos es el cuidado primario.

A veces, cambiar lo cotidiano nos ayuda a confrontar nuestros problemas. Por ejemplo, mudarme a México me ha permitido experimentar nuevos colores en la vida diaria, nuevos platillos exquisitos y mucha gente alegre. ¡Vivir en México (y tener más acceso a la vitamina D) ha hecho maravillas por mi salud mental! Sin embargo, estas circunstancias definitivamente no eximen a las personas de tener trastornos mentales. El 32% de la población mexicana tiene depresión. En 2018, 6,808 mexicanos se quitaron la vida. Este número, en México, Reino Unido y el mundo, tiene que bajar. Está en cada uno de nosotros buscar una manera de lograr hablar sobre salud mental, desestigmatizarla y buscar maneras de manejarla para lograr el bienestar de todos y todas. 

Si necesitas ayuda, alza la voz, no estás sola ni solo.

Para más información pueden consultar los siguientes sitios: 

http://vozprosaludmental.org.mx/

https://www.mentalhealth.org.uk 

Espero sus comentarios en london.eye@fco.gov.uk y a través de Twitter: @UKinMexico y @CorinRobertson