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Corrupción: el silencio mata

London eye

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Por Corin Robertson

A veces, como ciudadanos, únicamente relacionamos a la corrupción con crímenes que involucran un desvío masivo de recursos o con prácticas que facilitan algún trámite y no nos damos cuenta que es una plaga que está presente en todos lados. Un ejemplo se da en el ámbito deportivo: en 2015 fuimos testigos del FIFA Gate, resultado de años de investigaciones sobre varias prácticas en las que este organismo se vio involucrado, entre ellas, soborno, fraude y lavado de dinero. Este caso cobró una dimensión tan grande que incluso Joseph Blatter se vio obligado a dejar la presidencia del máximo organismo futbolístico.

Hoy, 9 de diciembre, se conmemora el Día Internacional Contra la Corrupción, una fecha para que todas y todos reflexionemos de qué manera podemos hacerle frente a esta amenaza global, que afecta la estabilidad y prosperidad de nuestras naciones.
Claro, este tema nos causa indignación, pero realmente no sentimos que trascienda más allá de la política o las noticias. Lo que a veces se nos olvida es que la corrupción mata, aunque sea indirectamente.

El desvío y uso indebido de recursos fomenta el desabasto de insumos indispensables para la población, genera servicios y obras públicas de mala calidad e incluso puede acabar financiando al terrorismo y al crimen organizado. Por ello, el Reino Unido considera que la corrupción es una amenaza a la seguridad de los británicos y del mundo.

En mi país se lavan cerca de 90 mil millones de libras al año. Conscientes de que hay que ser congruentes entre lo que decimos y lo que hacemos se colocó al combate a la corrupción como uno de nuestros ejes de política exterior y este año se generó una estrategia nacional contra crímenes económicos que incluye el lavado de dinero.

En el Reino Unido estamos convencidos de que en el combate a la corrupción, la corresponsabilidad de actores es fundamental. Los sectores público y privado, sociedad civil y actores internacionales necesitamos trabajar juntos para enfrentar los retos que la corrupción representa para la seguridad, el desarrollo económico y el Estado de derecho.

Si bien la lucha a favor de la integridad nos compete a todos, debemos tomar en cuenta que existen grupos más vulnerables. Las mujeres e infantes se encuentran entre la población más afectada. La violencia de género propicia que las mujeres seamos mucho más propensas a pagar sobornos. Cuando se nos exige una dádiva, usualmente, la única alternativa es algún tipo de amenaza a nuestra integridad. Es por ello que es tan importante que las políticas anticorrupción que implementen los países se formulen con base en una perspectiva de género sólida.

En el Reino Unido queremos reducir los espacios de corrupción al máximo. Y nuestro principal objetivo es asegurar el bienestar de las y los ciudadanos. Por ello, a través de nuestra Estrategia Global Anticorrupción y del Fondo de Prosperidad, reiteramos nuestro compromiso en el combate a la corrupción en México y el mundo. Esperamos que con estos esfuerzos para fomentar la integridad, de la mano de nuestros aliados, pronto logremos una prosperidad global que reduzca los niveles de desigualdad.

Los invito a todos a que no nos quedemos callados. Denunciemos la corrupción y asumamos nuestra corresponsabilidad.

Espero sus comentarios en london.eye@fco.gov.uk y a través de Twitter: @UKinMexico y @CorinRobertson

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