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A modo de balance

Juan José Rodríguez Prats

Juan José Rodríguez Prats

Política de principios

           Ser ingenuos y fáciles de engañar es hoy más
                inadmisible que nunca puesto que el predominio
                de la falsedad puede llevarnos a una catástrofe.

           Erich Fromm

 

Con los ánimos más atemperados ya podemos entender algunas lecciones del pasado proceso electoral.

1. El gobierno y su partido, bajo un mando unipersonal, están dispuestos a todo con tal de continuar en el poder. No importa a quién se postule ni su posible desempeño en el cargo, lo prioritario es que den votos y garanticen sometimiento. El aparato estatal y sus programas sociales se utilizan para inducir las preferencias de los beneficiados. Tuvimos ahora un anticipo de lo que nos espera en 2024. La consulta y la revocación de mandato son las siguientes etapas en la estrategia. El Presidente jamás permitirá entregarle el cargo a un adversario. En su diccionario no existe la palabra alternancia.

2. Todos los índices de bienestar están a la baja, su deterioro es notable. Cada vez hay más pobres a los que se busca cautivar. Como el titular de esa tarea no cumplió con las metas, fue removido y van a afinar los programas.

3. El equipo de la 4T tiene serios conflictos internos, necesitan imponer disciplina. Eréndira Sandoval fue cesada, no por incumplir con su deber de combatir la corrupción, sino por atacar al ungido en Guerrero.

4. La oposición está desarticulada y cada partido tiene serios desafíos internos. El PAN, que tuvo la mayor votación y que posee una doctrina clara, padece una enfermedad crónica: la deserción del deber cívico. Sus más preclaros militantes están demasiado ocupados en asuntos personales.

5. La ciudadanía tiene miedo, desconfianza y repudia la política. Está sujeta a un bombardeo inmisericorde de información que la confunde, la manipula y la confina muchas veces a un aislamiento suicida.

6. Muchas de las autoridades que pronto asumirán cargos tienen legalidad, pero no legitimidad. Algunos, incluso, tienen señalamientos graves de corrupción. López Obrador no alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, pero la hace inservible. Una asamblea requiere capacidad de deliberación y Morena aprobará sin cambios y sin análisis lo que le envíen.

7. Se ha cancelado la política exterior. Cuando todas las naciones se incorporan a la comunidad globalizada, México da señales contrarias. Al no condenar en la ONU la represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, rompe una de nuestras mejores tradiciones en la defensa de los derechos humanos.

8. Lo más grave no es la concentración del poder, sino la anarquía y el surgimiento de estructuras paralelas de poder. El Estado está perdiendo el monopolio de la violencia. Se le considera frágil por el organismo internacional Fondo para la Paz, basado en cinco indicadores: cohesión, economía, política, social e influencia externa para calcular lo que llama “vulnerabilidad de los Estados al colapso”. De 179 naciones evaluadas, México, al ser más frágil, descendió 60 puestos. Un dato más: la posibilidad de que un delito sea resuelto y no quede impune es de 0.9 por ciento.

9. Hay una grave ausencia de líderes que aglutinen y que sean voces señeras que puedan convocar a un gran frente hacia la sucesión presidencial.

10. No se ve un cambio de rumbo. Ojalá pueda surgir una opción viable.

No hay capacidad para percibir la realidad, atributo esencial para tomar decisiones correctas. Requerimos objetividad para no continuar polarizando el análisis. Conocer la verdad tiene un efecto liberador, detona energía, propicia acuerdos, permite concebir políticas eficaces. Condición previa es un cambio en el discurso político, entender que no hay muchas formas de gobernar y aprender lecciones del pasado.

Hemos sobrecalentado el debate. En la medida que lo seccionemos en temas concretos, avanzaremos en la posibilidad de entendimiento. Hay dos elementos en la vida: inteligencia y voluntad, y la principal dolencia en política recae en el segundo.

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