Buen comienzo

El esperado debut llegó, la Selección de futbol inició el pasado viernes la era de Gerardo Martino como director técnico. El argentino tuvo ante Chile su primera prueba frente al Tricolor, y nos dio una probada de lo que pretende lograr.

Apenas fue una idea, una pequeña muestra de las posibilidades. Además de que, con su comportamiento y hechos previo al partido frente a Chile, también mostró que las cosas al interior del seleccionado, al igual que el comportamiento del propio estratega ante situaciones que puedan afectar el rendimiento del equipo, no quedarán como simple anécdota.

En el pasado reciente los futbolistas tenían tomada la medida no sólo de los técnicos, también la tenían sobre los federativos, siempre dispuestos a ceder ante cualquier capricho o negativa. Para no ir muy lejos, Juan Carlos Osorio pecó de consentir demasiado a sus seleccionados. No pretendo crucificar al colombiano, él así trabaja y hasta un cierto grado le funcionó. Pero esa forma de laborar, sumada a la falta de exigencia desde la Femexfut, crearon una combinación no del todo benéfica.

Ahora al frente de la Selección está un entrenador que ha vivido bajo enormes exigencias que casi ninguno de los previos técnicos nacionales. Tuvo que trabajar con algunos de los mejores futbolistas del planeta, bajo la premisa de ganar todos los títulos posibles. Esa vida en la más alta competencia lo ha curtido para saber encarar lo que hoy tiene enfrente.

Tampoco ahora pretendo decir que Martino es el mejor técnico del mundo ni que con él México alzará la Copa FIFA en Catar. Mi punto es que su llegada le da enorme credibilidad al proyecto, así como el contar con alguien que se sabe mover en los círculos más importantes del futbol. Sin olvidar que ya llevó a un seleccionado del segundo escalafón internacional a una participación brillante en un Mundial.

Para mostrar su jerarquía ha puesto en claro que nadie está por encima del bien colectivo, sin importar lo que ese jugador pueda aportar. Sin saber cómo terminará la situación de Jesús Corona, lo cierto es que el futbolista del Porto es el primer ejemplo de que las cosas han cambiado.

Al igual que muy pronto el argentino le lanzó un mensaje a la Federación de que él no se prestará a solapar situaciones que se manejen mal, como el tema del césped en el estadio en San Diego. El jueves criticó a la empresa SUM, dando a conocer de manera pública su descontento; ambas situaciones no son poca cosa. Claro, sin olvidar lo más importante, que en cuanto al tema cancha se mostraron señales positivas. Esto apenas comienza, no voy a ser triunfalista, tampoco quiero exagerar. Martino tendrá que trabajar, y mucho, si pretende romper la tendencia de los últimos mundiales. Pero su experiencia, capacidad e idea futbolística me hacen pensar que este proceso mundialista no podía comenzar mejor.

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