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Pacificación

Juan Carlos Sánchez Magallán

Juan Carlos Sánchez Magallán

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador realiza esfuerzos para pacificar al país y acabar con el lastre que produce la corrupción que, como cáncer, corroe a la nación; la impunidad, consecuencia de una justicia nugatoria que ni es pronta ni expedita, sí costosa y desigual, pues más de la mitad de los mexicanos en extrema pobreza difícilmente tienen una defensa jurídica que los asista y represente ante los tribunales; la espiral de violencia que genera inseguridad.

Para fortuna nuestra, hoy se realiza el XIX Congreso Nacional de Mediación, coordinado por el doctor Othón Pérez Fernández del Castillo, presidente del Colegio Nacional de Mediadores Certificados, con la participación de especialistas mexicanos y extranjeros.

La mediación es un medio alternativo de solución de controversias, donde las partes de un conflicto familiar, laboral, mercantil, escolar, condominal, civil, etcétera, delegan a un tercero, neutro e imparcial, la función de ayudarles a llegar a un consenso voluntario que sea mutuamente benéfico, sustentable y vinculante si así lo acuerdan; de esta manera es un “ganar-ganar” para ambos, a diferencia de los laudos emitidos por los Tribunales, donde un juez decide quién gana y quién pierde.

Este instrumento jurídico es la herramienta necesaria para un cambio de paradigmas, aliviando saturación y sobrecarga procesales de las instituciones judiciales del país.

Históricamente, la mediación surge con la Biblia, al ser congruente con los valores del perdón, la reconciliación y la comunión.

En la antigua China, la conciliación y la mediación fueron los principales recursos para resolver las desavenencias.

La República Popular China resuelve a través de los Comités Populares de Conciliación.

Japón tiene una rica tradición mediadora en sus leyes y costumbres.

Estados Unidos, al final de los 60, dio vida a la Alternative Dispute Resolution (ADR) como mecanismo alternativo de resolución de desavenencias al margen de los Tribunales o mediante recursos no judiciales.

Reino Unido practica las técnicas de ADR en la responsabilidad médica, el derecho comercial y del deporte.

En Alemania se usa este procedimiento para asuntos de medio ambiente, derechos económicos, conflictos laborales, arrendamientos, disputas entre vecinos y asuntos de consumidores.

España registra un movimiento importante en la mediación familiar.

En México, el Colegio Nacional de Mediadores ha logrado sensibilizar a la Academia, resultando que la Facultad de Derecho de la UNAM, para forjar una nueva cultura educativa, procura dejar atrás la formación de abogados pleitistas, al impulsar generaciones nuevas de litigantes con espíritu mediador y conciliador.

Para ello, nuestro director, Raúl Contreras Bustamante, introdujo la especialidad en esta materia y así poder contribuir con el desarrollo nacional.

En asuntos internacionales tenemos una vasta tradición diplomática que el canciller Marcelo Ebrard, como profesional de estos temas, visualizará hechos históricos de éxito probado.

¿Ejemplos? México fue mediador en el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), también lo fue para destensar los conflictos fronterizos entre Nicaragua y Costa Rica, y qué decir de la relación siempre amena con Cuba frente a los desafíos y amenazas de Estados Unidos, solamente interrumpida por Fox.

El canciller coordina el programa con los países centroamericanos para contener los éxodos migratorios con seguridad y respeto a los derechos humanos, es un reto mayúsculo generando capacidad institucional que fortalezca las economías locales y regionales; en el que cierto estoy, conociendo las habilidades políticas y el equipamiento profesional del canciller Ebrard, saldrá avante en esta tarea prioritaria en beneficio de México.

¿O no, estimado lector?

 

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