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Diversidad

Juan Carlos Sánchez Magallán

Juan Carlos Sánchez Magallán

Son poblaciones autóctonas que buscan el reconocimiento y protección de sus identidades, su forma de vida y el derecho natural que les deviene sobre sus territorios y sus recursos naturales que siempre les han arrebatado, violentando sus derechos humanos más elementales. Son, y han sido, las poblaciones más vulnerables y desfavorecidas históricamente, siendo 15% de los más pobres.

Se trata de culturas milenarias que, además de conservar valores y principios, cuidan de sus bosques, sus tierras y sus aguas. Los gobiernos locales, al impulsar programas de desarrollo urbano e industrial, omiten incorporarlos al beneficio de éstos, provocando movimientos migratorios y desplazamiento de miles de familias de  los pueblos indígenas a las ciudades. Actualmente, en América Latina 40% de los indígenas vive en zonas urbanas buscando mejores condiciones de vida, como la educación y el empleo, para mejorar su situación económica, abandonando sus tradiciones, usos y costumbres, y enfrentando abusos de discriminación y desafíos, como vivir en condiciones de marginación y precariedad en su hábitat al no tener los servicios más elementales como el uso de agua, drenaje, pisos de cemento, techos que los protejan del frío y la fuerza de la lluvia.

La ONU exhortó a los países miembro y a la Comunidad Internacional a proporcionar apoyos financieros al programa de cooperación internacional para la solución de los problemas que enfrentan las comunidades indígenas en sus derechos humanos, medio ambiente, desarrollo social, educación y salud. Por ello, se hace necesario que las universidades y las instituciones públicas, como la CNDH, dediquen sus capacidades institucionales a elevar los niveles de decoro y dignidad, defender y salvaguardar los derechos fundamentales de los millones de indígenas de México y el mundo pertenecientes a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, con programas de inclusión a los sistemas educativos y de desarrollo social, pues a menores niveles de ignorancia, menores abusos; sólo así, los procesos de transculturización serán menos agresivos.

México y España, en el año 2019, cumplirán los primeros 500 años de colonización, busquemos que esto sea motivo de alegría y orgullo, y no de denostación. Para este propósito, la Academia Nacional de Historia y Geografía, que preside Luis Maldonado, está coordinando a un grupo importante de organizaciones de la sociedad civil, principalmente académicos e intelectuales; entre otras, están: la Academia Nacional, A.C., de José Elías Romero Apis; La Cofradía “Los Pergaminos”, de Lorenzo Rafael, que agrupa a un número importante de personas vinculadas con el arte; la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, A.C., de Hugo Castro; la Legión de Honor Nacional, A.C., de Jorge B. Cruz Bermúdez; el Congreso Nacional de la Abogacía, A.C., que honrosamente represento, etcétera. Y, con las Academias Españolas, se están preparando los actos conmemorativos que se realizarán en ambos países, con el beneplácito del próximo secretario de Educación, Esteban Moctezuma.

El Estado mexicano tiene mucho camino por recorrer en materia de desarrollo y asistencia social a los indígenas. Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, instaló una escuela itinerante de derechos humanos para culturalizarlos y que tengan un conocimiento amplio y debido de los mismos; esta contribución interinstitucional es para la defensa y promoción efectiva de sus derechos fundamentales, “los hermanos indígenas requieren de defensores con capacidad de defensa”, afirmó el ombudsman mexicano. Sólo así logrará el gobierno actual y el siguiente, de Andrés Manuel López Obrador, sacar de la marginación social a los indígenas del país. ¿O no, estimado lector?

 

Presidente del Congreso Nacional de la Abogacía

juancarlossanchezmagallan@gmail.com

 

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