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Siempre agradecido

Juan Carlos Cuéllar

Juan Carlos Cuéllar

Uno no trabaja para ser reconocido, ni, por supuesto, para recibir un premio. Es innegable que el trabajo es una forma para poder vivir bien junto a nuestros familiares. Pero indudablemente es gratificante trabajar en lo que nos gusta y ver cómo todos los días se van dando pasos firmes para seguir creciendo. 

Ese crecimiento laboral que también hace que,  personalmente, seamos cada día mejores. Y es muy satisfactorio cuando alguien se acuerda de la labor constante para reconocerlo de alguna forma.

En mi caso, en 36 años de carrera, siempre dedicado a los espectáculos, he sido testigo de infinidad de premios a los artistas, cantantes y productores. Pocas veces se habla y se premia a los periodistas, principalmente porque la labor de quién está detrás de una computadora, con una grabadora en la mano, junto a una cámara de televisión o bien frente a un micrófono, es pasar inadvertido. Nosotros nunca debemos ser el centro de la noticia ni los protagonistas de las notas, para tener credibilidad.

En este caso me atrevo a platicar del Micrófono de Oro, premio que me entregó la asociación Nacional de Locutores, por el simple pretexto de agradecer a todos aquellos que estuvieron involucrados y a quienes se fijaron en nuestra labor diaria. 

Y la verdad fue muy gratificante recibir esta distinción en un evento de gala en el que se reunió el medio artístico con el periodístico.

Platiqué con Jorge Falcón, quien me reveló estar empezando una nueva etapa en su vida, después de haber sido diagnosticado con diabetes, momento en el que decidió bajarle a su ritmo de trabajo para dedicarle más tiempo a su familia.

Y vi a Mauricio Herrera, quien a sus 85 años muestra un entusiasmo de un adolescente. Bromea con todos y platica con quien tiene enfrente, siempre acompañado por su esposa Luhana Gardi.

También fui testigo de la soberbia de Sergio Sendel, quien llegó al acto acompañado por una jovencita, quien se le separaba en cuanto veía una cámara enfrente. Subió a recoger su Micrófono de Oro, para inmediatamente bajarse del escenario y desaparecer misteriosamente.

Pero en la noche, también pude ser testigo de la sencillez y carisma de Bárbara Torres, Ximena Córdoba, René (Kabah), Martín Ricca, Roberto Tello y Carmen Salinas, por mencionar sólo a algunos.

Un espacio aparte merecen mis compañeros periodistas. Gwendolyne Flores, conductora de Excélsior Televisión y quien inició su carrera en el doblaje. Belleza y sencillez combinada en una misma persona. Y también Héctor Vargas, quien comenzó como reportero y que ahora es el jefe de espectáculos de Sale el Sol, programa de Imagen
Televisión
. Un privilegio poder compartir con ellos.

Y en el aspecto musical quiero destacar a La Banda Machos y a Los Askis, quien con su estilo característico pusieron a bailar a todos los presentes en el Gran Forum, salón del Sindicato de Músicos.

En una época en donde la polarización social está en asecenso, y donde hace falta la unidad entre todos, sólo me queda decir gracias a la Asociación Nacional de Locutores por entregarme el Micrófono de Oro. Muchas gracias.

Sígueme en Instagram y Twitter: @Jc_Cuellar y recuerda que tenemos aquí una cita la semana próxima.     

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