Se hicieron sentir

Han existido críticas al respecto. Se ha dicho que estos  tres monstruos del cine no necesitan de estos estímulos, que son cineastas fifís, que ni siquiera viven en México y que sus películas se hacen con inversión extranjera. Incluso a Iñárritu se le ha cuestionado que su nombre internacional sea ahora G. Iñárritu, para quitarse el González.

Todo esto es cierto, pero es digno de reconocer que hagan un esfuerzo por voltear a nuestro país. Es un hecho que ellos han trabajado de forma individual para lograr sus triunfos y que no ha sido nada sencillo. Hay que reconocer su trabajo, su esfuerzo y, por supuesto, no demeritarlos.

Y saben que su voz vale, por eso se hicieron sentir y hablaron con las autoridades culturales de nuestro país para que los dirigentes de Morena le pusieran un alto a su iniciativa.

Es cierto que muchos dirán que el cine es un negocio privado y que hay muchos otros fideicomisos mucho más importantes que afectan rubros como la salud y las emergencias nacionales. Pero también es cierto que el cine es el reflejo de un país. Se trata de nuestra cultura. Es una forma de mostrar las raíces y lo que sucede en nuestra sociedad. Y hay muchos jóvenes cineastas que necesitan de los estímulos económicos para poder trabajar, porque no son ni Cuarón ni Iñárritu ni Del Toro (quien, por cierto, continuamente ayuda a los jóvenes mexicanos), a quienes se les agradece haber levantado la voz en este momento.

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