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Verbos y adjetivos

José Elías Romero Apis

José Elías Romero Apis

Los ciudadanos quieren que se les mejore la vida con progresos, no que se les mejore el día con regalos. La elección triunfa con adjetivos porque no tiene verbos, pero el gobierno triunfa con verbos porque no le sirven los adjetivos. Los resultados sirven más que los escándalos, dice Dick Morris.

Con mucha frecuencia me aplico al ejercicio de triangular las ideas ajenas con los hechos del presente y con las experiencias del pasado. Con ello trato de encontrar alguna explicación a lo que, muchas veces, me parece inexplicable porque es inentendible o porque es inefable.

Por ejemplo, recientemente ocurrieron dos prematuras renuncias en el alto equipo gubernamental. Las dimisiones de Carlos Urzúa y de Germán Martínez, ambos funcionarios muy bien calificados por la opinión pública, a muchos nos parecen muy costosas, muy innecesarias y muy irreparables. En ambas subyace un aroma de desacuerdo esencial con su presidencial exjefe.

No todo me resulta claro. Pero sí entiendo que ambos, con sensatez y con lealtad, reconocieron que tendrían mucho que reñir y muy poco que construir. Ambos se negaron a seguir ese camino del deshonor político. La camorra no es elegante ni es productiva. Se premia la valentía, pero no la gresca. Se honra la firmeza, pero no la bronca. Se retribuye la consistencia, pero no la trifulca. Hicieron muy bien en retirarse a tiempo.

El binomio SHCP-IMSS es muy bueno cuando funciona con armonía y muy malo de lo contrario. Por eso me hicieron recordar un suceso añejo, pero no rancio.

En el primer día del gobierno de Adolfo López Mateos, Antonio Ortiz Mena dejó el IMSS para convertirse en secretario de Hacienda. En su primera charla privada le dijo al nuevo director, Benito Coquet: “La mala noticia para ti es que el nuevo secretario de Hacienda fue seis años director del IMSS, tú apenas llevas seis horas y no lo podrás engañar. No lo intentes, ya que, además, no necesitas hacerlo.

“Porque la buena noticia para ti es que el nuevo secretario de Hacienda te quiere mucho, porque es tu viejo amigo y, además, quiere mucho al IMSS, donde disfrutó, donde realizó y donde triunfó. También lo quiere mucho y lo conoce muy bien el nuevo Presidente de la República porque, como secretario del Trabajo, fue cinco años un alto miembro del Consejo del Instituto. Y la única recomendación que te hace tu amigo es que confíes en nosotros, que no nos engañes y que no nos critiques por haberlo hecho bien”.

Benito Coquet se dejó orientar, se aplicó al trabajo y no a la crítica. A los verbos y no a los adjetivos. López Mateos y Ortiz Mena lo apoyaron y pudo triunfar. Construyó una red inimaginable de clínicas locales, de hospitales de zona o de especialidad y remató con el colosal Centro Médico Nacional. Amplió la cobertura, mejoró los servicios y elevó la calidad. Edificó las unidades habitacionales y hasta logró impulsar el teatro clásico a precios casi gratuitos.

Tenía razón el secretario en la recomendación a su amigo el director. Ortiz Mena veía hacia espacios múltiples de la política. El IMSS necesitaba del secretario de Hacienda para poder vivir. El Presidente necesitaba del IMSS para poder lucir. Y, además, el secretario sabía que un buen IMSS tendría contentos a los trabajadores y a los sindicatos. Que eso le facilitaría las negociaciones salariales. Y que, con eso, él mismo se ayudaba en su política presupuestaria y en su política inflacionaria. La verdadera política es integral, es poligonal y es geodésica.

Ortiz Mena siempre se dedicó a trabajar y nunca a criticar. Todas las instituciones que dirigió se las entregaron averiadas. Pero todas las reparó utilizando sus brazos, no sus labios. Privilegió los verbos y desechó los adjetivos. Sólo se le recuerdan sus logros, pero no sus palabras. No se le conoce ninguna crítica vertida y no se le sabe de ningún fracaso sufrido.

Hasta el día de hoy, se le reconoce como, quizá, el mejor secretario de Hacienda y el mejor director del IMSS que hayan existido en este país de tan grandes secretarios de Hacienda y de tan grandes directores del Seguro Social.

 

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