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Ni soluciones heroicas ni posturas fatalistas contra la covid

Jesús Sesma Suárez

Jesús Sesma Suárez

Nuestro país se encuentra en un estado crítico y muy complejo. Si bien desde hace tiempo enfrentaba grandes retos a nivel político, económico y social, la pandemia de covid-19 vino a ponerlo todo en un panorama todavía más complicado. Sin embargo, no es momento de perder el tiempo en disputas sin sentido y polarizaciones que sólo harán más tortuoso y lento el proceso de recuperación.

 

Ayer llegó a México el primer lote de vacunas de Pfizer para atender la pandemia de covid-19, lo cual fue motivo de confrontación y polarización entre la opinión pública. Por una parte, algunos celebraron como un gran acierto del gobierno el lograr que nuestro país recibiera la vacuna, pues fue el primero de la región de América Latina en obtenerla, pero, por otra, hubo quienes criticaron la cantidad de dosis recibidas, señalando que no alcanzarán para suministrar ni a quienes se encuentran en la primera línea de batalla.

No podemos negar que fue un gran logro que México fuera de los primeros países en recibir la vacuna; sería absurdo y soberbio no reconocerlo. Pero también es cierto que no es el inicio del fin ni en lo más mínimo, pues estamos sobre un escenario récord de contagios y entre los más elevados en pérdida de vidas humanas a nivel mundial, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero, independientemente de cualquier postura con la que congeniemos, debemos tener claro que la llegada de la vacuna no representa la salvación ante la pandemia, que es sólo una pequeña parte de todo lo que implica el proceso de atención y recuperación ante esta crisis y que no debemos detenernos ni quitar los ojos de lo que verdaderamente importa, que es la necesidad de estructurar planes y esquemas de atención y recuperación integral, basados en la colaboración, la participación y la inclusión de todos.

¿De verdad vamos a seguir perdiendo el tiempo intentando encontrar un responsable para todo esto que nos está pasando y lo que estamos viviendo como nación, en lugar de ponernos a trabajar y aportar desde nuestras respectivas áreas de responsabilidad?

Sugiero que en lugar de perder el tiempo debatiendo estérilmente, nos ocupemos en hacer lo que a cada uno corresponde, porque es cierto que el gobierno tiene la responsabilidad de gestionar y adquirir un lote de vacunas suficiente para la población, y la muestra de esa responsabilidad ya se dio con el primer arribo de las mismas. Pero, por otra parte, también es cierto que, como ciudadanos, tenemos la enorme responsabilidad de seguir las medidas de prevención para evitar ser focos de propagación del virus y, en ese sentido, no muchos están cumpliendo su parte.

No podemos dejar todo en manos del gobierno y de las autoridades de salud. Debemos comprender que es imposible, que ningún país, ni siquiera los más desarrollados, tienen la capacidad de evitar que su sistema de salud colapse ante un cúmulo tan grande de contagios.

Hoy es Noche Buena, una de las fechas más significativas del año para la mayoría de las personas, un día de celebración y unión familiar. Sin embargo, en este 2020, la covid-19 nos obliga a romper esa tradición, a conservar la distancia y evitar reunirnos físicamente como en otros años.

 

Recordemos que mantener la salud y cuidarnos es una manera de mostrar nuestro afecto a quienes están cerca de nosotros, pero también es apoyar a nuestro país, es aportar desde nuestro lugar como ciudadanos a no sumar más muertes a las estadísticas. México no necesita SOLUCIONES HEROICAS, en este momento ésas no existen; tampoco POSTURAS FATALISTAS, ésas están de más. Lo que hoy más necesita nuestro país son personas prudentes, responsables y solidarias para que pronto todas y todos podamos salir adelante.

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