¡El planeta grita y pareciera que no lo escuchamos!

Estas parecen palabras un tanto fatalistas, sin embargo, se trata de una realidad que podemos comprobar con un sinnúmero de acontecimientos donde el medio ambiente se ha visto afectado, varios de ellos ocurridos en fechas recientes.

Recordemos que en días pasados, más del 40% del hielo de Groenlandia se derritió de una manera inusual, ocasionando una pérdida de hielo estimada en dos mil millones de toneladas, y aunque es normal el deshielo en esta zona del planeta, éste ocurre generalmente de junio a agosto, siendo julio el mes con mayor actividad. Lo preocupante es que, si esta situación continúa, el deshielo podría llegar a niveles históricos.

Pareciera que este hecho no nos afecta debido a la lejanía geográfica, pero no hay nada más fuera de la realidad. Tomemos en cuenta que esta zona contribuye a una elevación del nivel del mar en alrededor 0.7 mm anualmente, lo que podría aumentar alarmantemente si este ritmo de deshielo continúa.

Al respecto, se difundió en redes sociales una fotografía tomada por el científico del clima Steffen Olsen, en donde se ve a una manada de perros caminando sobre lo que debería ser hielo, sin embargo, el derretimiento es tal que pareciera que los canes están avanzando sobre agua cristalina. Sin duda, es una postal preciosa, pero nos demuestra el nivel al que han llegado las temperaturas en el planeta.

Por desgracia, ésta no es la única muestra de los daños que causa el calentamiento global. También, en días recientes, en Rusia fue visto un oso polar merodeando muy lejos de su hábitat, en busca de comida y visiblemente cansado. La imagen es aterradora: un oso completamente alejado de su hogar, caminando en una zona industrial, incluso sobre basura en un intento desesperado por sobrevivir.

Éstas son tan sólo algunas muestras del grave daño que le hemos ocasionado a nuestro planeta y cómo éste cobra factura afectando ecosistemas enteros y las especies que los habitan. No debemos olvidarlo, el aceleramiento del calentamiento global es una realidad y es nuestra responsabilidad no sólo detenerlo, sino también evitarlo a toda costa.

Hay quien asegura que es únicamente responsabilidad del gobierno crear acciones para proteger al medio ambiente y aunque es un hecho que nuestras autoridades deben garantizar la protección de los ecosistemas y las especies, no debemos olvidar que estas acciones son responsabilidad de todos.

Por un lado, nuestras autoridades están obligadas a garantizar que todos los habitantes del país gocemos de un medio ambiente sano, para lo cual es indispensable crear leyes y acciones que permitan la protección de cada zona del país; pero también es cierto que México no sólo tiene un compromiso con los mexicanos, sino que, además, ha firmado gran cantidad de acuerdos multinacionales que aseguran que su trabajo en beneficio del medio ambiente continúe para mostrar resultados a mediano y largo plazo.

No olvidemos también que las empresas que se encuentran dentro del territorio nacional deben cumplir una serie de requisitos que garantizan un funcionamiento adecuado y que no dañe el medio ambiente, pero más allá de las leyes escritas, cada una de ellas debe comprometerse a hacer más de lo meramente obligatorio para evitar que el calentamiento global siga avanzando a este ritmo.

Sin embargo, creo que el papel que desempeñamos cada uno de nosotros también es sumamente importante. Por eso debemos tener oídos sordos para quienes aseguran que las pequeñas acciones individuales no sirven de nada: sin duda, es nuestra responsabilidad y nuestro derecho contar con un medio ambiente sano, así como brindarles a las futuras generaciones un lugar adecuado para vivir.