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¿Va a caer.... el patriarcado va a caer?

Ivonne Melgar

Ivonne Melgar

Retrovisor

 

Cuando el capítulo del auditor que será auditado parecía abonar en la idea de que las palabras de Palacio Nacional están escritas en piedra, Morena cedió ayer a la presión en contra de la candidatura de Félix Salgado Macedonio.

¿Es un paréntesis para relanzar al acusado de violencia sexual o se trata de un triunfo del movimiento de mujeres?

Queda una semana para que se concrete el registro formal, el 5 de marzo próximo, y conocer hasta dónde el reclamo feminista caló en el partido del gobierno, aun cuando el presidente López Obrador lo considera ajeno a éste e incluso extranjerizante.

Por lo pronto, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena no se atrevió a confirmar la postulación del senador con licencia y pidió nuevas encuestas para definir al candidato a la gubernatura de Guerrero.

Fue una salida que, aun en medio de su ambigüedad y rechazo a las denuncias —alegando que no están fundadas— nos dio un portazo a quienes creíamos que Salgado Macedonio sería defendido como el abanderado machista y macho que el pueblo quiere, bajo el argumento de que no hay sentencia en su contra.

Pero, por lo pronto, les tembló la mano a los comisionados morenistas para darle la espalda al grito de “¡Un violador no será gobernador!”, que lanzaron decenas de organizaciones feministas, así como legisladoras, regidoras, activistas y funcionarias de la autoproclamada 4T.

La carta que ayer se difundió, con 500 firmas de morenistas, pidiendo a la CNHJ que cancele la candidatura y se atienda la denuncia de las víctimas, es prueba irrefutable de que el expediente de Salgado Macedonio ya polarizó al propio partido, empezando por la dirigencia.

Porque mientras la secretaria general, Citlalli Hernández, suscribía esa solicitud, el presidente de Morena, Mario Delgado, declaraba en los medios que la candidatura del senador con licencia sigue vigente y que en las próximas horas definirán la ruta a seguir, pues todavía falta que la Comisión de Elecciones fije postura.

Sin embargo, y aunque en la 4T se burlen de la cultura de los abajo firmantes, la carta que sumó a una decena de senadoras feministas como, Malú Mícher y Jesusa Rodríguez, también fue avalada por operadoras electorales, es decir, militantes de a pie que saben del costo que en las urnas puede tener la necedad de desoír la consigna de “¡el violador eres tú!”.

Tampoco es desdeñable el pronunciamiento que, en varias ocasiones, cuidando las palabras y omitiendo el nombre del personaje, ha hecho la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, alertando que ningún partido puede ni debe abanderar a un agresor sexual.

Se dirá que el feminismo de la ministra quedó en palabras. Pero hay que valorar lo que significa que una integrante del gabinete se atreva a contradecir al Presidente de la República.

Por eso es relevante la participación de la titular de Inmujeres, Nadine Gasman, en la carta circulada ayer, tratándose de una funcionaria de la Segob. Pero, al final, en un partido en el que la declaración presidencial mañanera ha sido ley, las 500 firmas resultan tan indisciplinadas como relevantes.

Sin embargo, los términos tibios y crípticos de la resolución de la CNHJ le abrieron la puerta anoche a la versión de que ésta es sólo una treta para que en la siguiente encuesta Salgado Macedonio vuelva a ganar, arrasando y legitimando su postulación.

Es un escenario que suena a burla, descabellado y absurdo. Y que, en el fondo, es síntoma de la resistencia presidencial y de una parte del partido a escuchar el reclamo que forzó en Morena a este paréntesis de alcances todavía inciertos.

Esa sospecha cobró viabilidad cuando el candidato en suspenso subió a Facebook, anoche, un llamado a sus seguidores: “¡Ánimo, compañeras y compañeros! ¡Hay toro”!

Pero la balandronada de Salgado Macedonio habrá de toparse en los días por venir con las banderillas de morenistas, que desde enero reclaman a su partido congruencia, como las diputadas Wendy Briceño y Lorena Villavicencio.

La terquedad y la resistencia también tendrán que lidiar, en los días previos al 8 de marzo, con la marea violeta que inundará las plazas de la República alertando que el patriarcado va a caer, va a caer…. y el feminismo va a vencer.

En medio de la grilla partidista y de los nombres que se barajean como posibles sustitutos —Luis Walton, Adela Román, Pablo Amílcar Sandoval, Beatriz Mojica y Nestora Salgado— habrá entonces un pedazo de Morena dispuesto a doblar la apuesta de que el pueblo bueno nunca se equivoca y quiere de gobernador al candidato que las insurrectas mujeres proscriben.

Pero la causa que reclama castigo y justicia contra la violencia de género también le encarecerá el costo a quienes pretendan seguir invisibilizando, ninguneado y normalizando el pacto patriarcal.

Para esa lucha no hay paréntesis ni tretas. Y si no lo entienden hoy, lo pagarán mañana.

 

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