Lyn May, increíble

Sé que todos la conocemos, que la hemos visto en sus películas, sabemos que es una gran bailarina, que a su edad el cuerpo que posee es de no creerse y que algo grave le pasó en el rostro, ¿verdad? Eso es lo primero que se piensa sobre esta mujer, cuyo nombre real es Lidia Mendiola. Originaria de Acapulco, Guerrero, tiene dos hijas y varios nietos. Pero eso no es todo. Y ahora podremos conocerla a la perfección, basta con checar la entrevista que tuve con ella para mi sitio web, gustavoadolfoinfante.com.mx.

Lyn May es una señora linda, tranquila, buena onda, simpática, incluso muchas veces ha sido víctima. Sí, así como lo leyeron: víctima de la pobreza, la ignorancia y la ilusión por mejorar, pues hubo hombres que le prometieron cosas que nunca le cumplieron. Incluso, a los 14 años la embarazaron.

¿Sabías que Lyn nunca fue a la primaria?, ni a la secundaria, ni a ningún otro grado escolar. Ella para aprender a leer, a escribir y a hacer cuentas tuvo que meterse a estudiar ya grande, con sus propios recursos.

Hay historias estrujantes y otras muy divertidas, pero todas reales. Lyn bien podría ser la auténtica viuda negra, pues sus siete maridos han muerto. Sí, los siete ya no están en este mundo. ¿Qué les pasó? Hoy, a partir de las 19:00 horas, te podrás enterar en mi sitio web. 

La entrevista es, por demás, entretenida y real, de corazón a corazón. Usted sabía, por ejemplo, que Lalo el Mimo cavó su propia tumba cuando entró al camerino de Lyn May y le dijo que Guillermo Calderón, su marido en ese entonces y el productor más importante de las sexys comedias y películas de ficheras de la década de los 70 y 80, era un viejito decrépito y que mejor anduviera con él. Con lo que Lalo no contó es que el micrófono estaba abierto y Calderón escuchó todo. Bueno, pues a raíz de eso se acabó su carrera y ahí surgieron las otras figuras que ahora conocemos como Zayas, Inclán, El Caballo Rojas, entre otros.

Una entrevista realmente histórica con mi amiga

Lyn May, una mujer que me aseguró casarse la próxima semana por octava ocasión. ¿Le creemos?