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El valor de la observación electoral

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Escribo estas líneas desde La Paz, Bolivia. De acuerdo con datos de conteos rápidos de consorcios privados, Luis Arce, candidato del MAS, logró un claro triunfo en primera vuelta. Carlos Mesa, su más cercano competidor, ha aceptado que las tendencias son irreversibles.

Las misiones de observación aguardamos los resultados oficiales, reconociendo la limpieza del proceso y la extraordinaria cultura cívica del pueblo boliviano, el cual se volcó a las urnas dando un ejemplo de participación democrática en medio de condiciones extraordinarias. La observación internacional ha sido crucial para generar mejoras en el sistema electoral y contar con garantías de transparencia en la contienda.

En tanto, la pandemia sigue su funesta marcha: 40 millones de infectados globalmente, 1.11 millones de vidas perdidas. En este contexto, la OEA celebrará de forma virtual su 50º periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General, entre el 20 y 21 de octubre. El tema central versará sobre los efectos del covid-19 en el continente. Este encuentro, al que están citados todos los cancilleres del continente, es la máxima instancia política de la organización y sus decisiones servirán de guía para las actividades y prioridades del organismo regional durante el próximo año.

La 50ª Asamblea será la sexta del mandato de Luis Almagro. He acompañado al secretario general durante todo su periodo. Desde que asumí la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA he podido atestiguar la impresionante labor que realiza el Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (Deco) para estar presente en alrededor de 10 elecciones cada año.

En el marco de la Asamblea General es importante destacar el trabajo técnico de las Misiones de Observación Electoral (MOEs). La calidad de su trabajo depende de la obtención de recursos suficientes, situación que implica un inmenso esfuerzo de recaudación de fondos, sumado a la exigencia de mantener el estándar de profesionalismo, transparencia y austeridad que caracteriza a este programa emblemático de la OEA.

La Memoria de Labores de 2019 del Deco, reporta que en ese año se ejecutaron un poco más de tres mdd para el despliegue de ocho MOEs, conformadas por 494 especialistas y observadores/as.

Por los problemas financieros que se han enfrentado en los últimos años, el fondo regular designado por la OEA cubre apenas el 2.44% del total ejecutado para observación electoral, lo cual ha significado que Deco recaude, gracias a la generosidad de los países donantes, más del 97% del presupuesto necesario para llevar a cabo su trabajo.

Las MOEs no solamente trabajan de manera austera, responsable y económica. La OEA también es pionera en materia de transparencia y rendición de cuentas. Reflejo de esto es la Base de Datos que sistematiza y recopila información de cada MOE, incluyendo: nombres, género, nacionalidades y roles de cada uno de sus integrantes, así como donantes, recomendaciones, acuerdos firmados con el país y las autoridades anfitrionas, entre otros.

Desde 2014 el Deco publica una memoria de labores, documento ejemplar de transparencia y rendición de cuentas que es remitido a sus más de 20 donantes anuales, en adición a los informes financieros oficiales.

 

 balance

Desde su origen en 1962, las MOEs de la OEA tienen una convicción clara: fortalecer la democracia. La motivación de nuestros observadores es el privilegio de portar el chaleco y de contribuir a una mejor calidad democrática regional. La transparencia, la austeridad y la rendición de cuentas corren por las venas del área electoral.

En el marco de su 50 Asamblea General, es importante que los países miembros contribuyan al desafío que la observación electoral de la OEA enfrenta en medio de condiciones financieras complejas como consecuencia de la pandemia.

Las misiones de la OEA se concentran en la calidad del proceso electoral, sin importar cuál sea el resultado. La neutralidad, profesionalismo e independencia de la observación electoral son patrimonio democrático del continente.

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