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Alfabetismo y seguridad digital

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Twitter y la Organización de los Estados Americanos (OEA) publicaron recientemente la guía Alfabetismo y seguridad digital: mejores prácticas en el uso de Twitter (https://www.oas.org/es/sms/cicte/docs/20190913-DIGITAL-Alfabetismo-y-seg...). 

La guía aborda temas centrales de la era digital y de las redes sociales. En este documento, pionero en su género, se esboza una serie de mejores prácticas para optimizar el monitoreo, consumo y distribución de información por medio de Twitter.

La guía parte de la premisa que, hoy en día, el alfabetismo va más allá de la noción tradicional para adaptarse a las modalidades de la era digital.

La organización Common Sense Media define el alfabetismo digital como la capacidad de identificar, evaluar y usar la información encontrada en medios digitales de manera efectiva.
La guía preparada por Twitter y la OEA responde a este nuevo tipo de alfabetismo y al desarrollo de habilidades que permitan su optimización de manera segura y responsable.

La Unesco delinea en su anuario de 2016 Alfabetización mediática e informacional para los objetivos de desarrollo sostenible, las cinco leyes de la alfabetización mediática e informacional. Cada una de esas leyes aborda las principales aristas de la alfabetización digital.

La Unesco destaca que la información, la comunicación, las bibliotecas, los medios de comunicación, la tecnología, el internet y otras fuentes de información se encuentran en la misma categoría.

Cada ciudadano es un creador de información o conocimiento y tiene un mensaje que difundir. Por ello, en un entorno inundado de noticias falsas, desinformación y polarización política, todas las personas deben contar con herramientas suficientes para acceder a nueva información y expresarse en libertad.

Es de vital importancia que los ciudadanos sean parte de la discusión para un uso seguro y responsable de las distintas plataformas con las que hoy contamos. Urge hacer de las redes un espacio de intercambio civilizado y no un espacio caótico de odio, polarización y tribalización destructiva.

Las leyes de alfabetización mediática e informacional definidas por la Unesco también abordan el fenómeno de la veracidad en la información. Se reconoce que la información, el conocimiento y los mensajes no siempre están exentos de valores o prejuicios. De ahí, la importancia de presentar la información de manera transparente y comprensible para todos los ciudadanos.

Finalmente, entre las leyes indicadas por la Unesco, la organización reconoce que “el alfabetismo digital es un proceso dinámico de experiencias vividas”. Por ello, debemos buscar  información confiable que incluya conocimientos, habilidades y actitudes que contribuya a un genuino debate democrático. 

¿Cómo se logra la alfabetización digital? Se requiere el desarrollo de una serie de habilidades puntuales. Entre ellas están la capacidad de interactuar con información referente a los medios y la tecnología, la capacidad de aplicar habilidades técnicas de comunicación de información y la capacidad de la organizar información y contenidos.

Para lograr la alfabetización digital es necesario tener la habilidad de utilizar la información de manera ética y responsable, así como la evaluación crítica de los contenidos presentados en los medios y otras fuentes información.
 

 Balance

Requerimos de un periodismo serio y comprometido que verifique las “oleadas” de información que inundan nuestra vida cotidiana, recordando que las redes sociales no pueden estar exentas de los procesos profesionales de autentificación tan normales en el buen periodismo.

La alfabetización digital es un hecho ineludible en el mundo actual. Los esfuerzos multisectoriales para lograrla son esenciales en un mundo “adicto” a los dispositivos móviles.
La guía elaborada por Twitter y la OEA es una contribución en este sentido. Sólo con ciudadanos empoderados en las oportunidades y los desafíos que presenta el uso de las herramientas de la era digital es posible optimizar su utilización y mitigar los riesgos.

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