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Zarandeada a Morena en la joya de la corona

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

El Presidente se veía radiante en la mañanera de ayer. Está satisfecho con los resultados de la elección y la alta participación (52.6 por ciento). No atacó al INE —amenazado con la desaparición— ni habló de fraude. Hasta celebró que las elecciones hayan sido “libres y limpias”. En síntesis: hablaba como si hubiese logrado el “carro completo”. Fiel a sí mismo, se burló de sus adversarios. No le pudieron arrebatar a Morena y sus acólitos la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados ni siquiera en tiempos del covid-19. “No se pudo ahora, ni modo, lástima, fifí; lástima, Margarito”, dijo en la mañanera.

Ya encarrerado, hasta hizo un inadmisible reconocimiento al crimen organizado por los pocos actos de violencia registrados durante la jornada electoral. “Creo que se portó más mal la delincuencia de cuello blanco”, dijo al inicio de la mañanera.

* En su horizonte no apareció la pérdida de alrededor de más de 40 diputados de la coalición Morena-PT-PVEM-PES.

Nadie sabe de dónde sacó el dato de que los guindas tendrán, en la próxima legislatura, más diputados de los que tiene ahora. Morena, sin aliados, entró en 2018 con 247 diputados, que luego pasaron a 253, por componendas con sus aliados.

Ahora, en el mejor de los casos, logrará 203 curules, según el conteo rápido realizado por el INE. “Tenemos más diputados que antes”, repetía el Presidente al desconcertado reportero de Telemundo.

* Morena y sus rémoras, eso sí, retienen la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Ése era su objetivo principal en esta elección. La aprobación del Presupuesto queda bajo su control.

Pero los diputados que obedecen las consignas de “no cambiar ni una coma” a las iniciativas del Ejecutivo quedaron lejos de alcanzar la mayoría calificada (dos tercios de la asamblea) que se requiere para reformar la Constitución.

No podrán, como anunciaron, modificar la Carta Magna para acotar facultades a jueces y magistrados que han congelado iniciativas aprobadas como la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos. Tampoco eliminar órganos constitucionales autónomos como el INE, la CNDH, el Banco de México, el Inegi. Para la oposición, lo más importante es que, por fin, se hicieron presentes. Arrebataron a Morena la mayoría calificada en diputados y le dieron una zarandeada en la joya de la corona que es la Ciudad de México, según Ángel Ávila, representante del PRD ante el INE.

* Lo lamentable es que AMLO no da señales de abandonar su apuesta por la polarización. No quiere dar vuelta a esa especie de lucha de clases —versión siglo 21— que pone frente a frente a los pobres contra las clases medias y los ricos.

De ideas fijas, volvió a descalificar a periodistas, intelectuales, medios de comunicación que no aplauden a la 4T.

Los culpó —al igual que Claudia Sheinbaum— del descalabro de Morena en la emblemática CDMX. La izquierda la gobierna ininterrumpidamente desde 1997. Los guindas pierden las alcaldías de Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Coyoacán, Magdalena Contreras y Tlalpan. Quedaron muy atrás en Benito Juárez y Cuajimalpa, gobernadas por la oposición. En total, ganan siete de las 16 alcaldías.

Citlalli Hernández hizo su mea culpa de ese descalabro en redes sociales. “Es un grave error de Morena. Le fallamos a Claudia Sheinbaum y a López Obrador… No logramos combatir voto de odio y temor hacia nuestro movimiento”, escribió la número dos de Morena.

Más realista, el senador Monreal dijo que la CDMX es progresista, libre y altamente politizada. “El electorado, como en todo el país, no tiene dueño, la gente salió a expresarse y así hay que considerarlo, como una llamada de atención a tiempo”, dijo.

En el Estado de México la cosa no estuvo mejor para la 4T. La coalición PRI-PAN-PRD ganó 54 municipios. Recupera, entre otros, Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla y Cuautitlán. El partido oficial, con sus aliados, ganan sólo 27.

Votación para diputados federales en esa entidad con el 98% de los votos computados: la alianza Va por el Estado de México sacó un millón 651 mil votos vs. un millón 297 mil 388 de Morena-PT-PVEM. Y donde no fueron en coalición Morena adelanta con un millón 259 mil votos, seguido por el PRI, 731 mil 519; el PAN, 389 mil 984; MC, 322 mil 807, y PVEM, 180 mil.

* Morena, sin duda, es el partido más votado a nivel nacional. Sorpresivamente se perfila para ganar 11 de las 15 gubernaturas en disputa: las dos bajacalifornias, Guerrero, Sonora, Sinaloa, Colima, Nayarit, Michoacán, Campeche, Tlaxcala y Zacatecas.

El PAN se lleva Querétaro y Chihuahua, y el MC Nuevo León. A destacar que en San Luis Potosí ganó Ricardo El Pollo Gallardo con los colores de los mercenarios del PVEM.

Es el único estado que va a ser gobernado por un expresidiario que es investigado actualmente por la UIF.

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