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El fiscal López Obrador

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

El Presidente convirtió la mañanera en gran tribunal. Se erigió ayer en fiscal del caso Ricardo Anaya. Los “testigos” que declararon —en la pantalla que sirvió de estrado— fueron dos exsenadores panistas: Javier Lozano y Ernesto Cordero.

AMLO utilizó videos viejos en los que ambos se lanzaban contra de Ricardo Anaya por el caso de las naves industriales que adquirió en Querétaro, donde supuestamente había lavado de dinero. Un claro intento por sesgar opiniones en contra del excandidato presidencial del PAN, hoy citado por la FGR por un supuesto soborno por seis millones de pesos que recibió a cambio de promover la aprobación de la reforma energética, según Emilio Lozoya, el soplón de la 4T.

El detalle no pasó desapercibido para Guadalupe Acosta Naranjo, exdirigente nacional del PRD.

En Twitter recordó que, en noviembre del 2018, los casos presentados por Lozano y Cordero fueron cerrados y concluidos por la entonces PGR. Se dirigió a AMLO y dijo: “No son ellos. Es Lozoya, tu protegido, a quien usas para perseguir a Ricardo Anaya”. Buscamos a Javier Lozano para que nos diera una reacción sobre el uso que hizo el Presidente de ese video. “Es una perversidad. Por lo demás, le agradezco la publicidad gratuita”, reviró.

* Poco antes de que iniciara la mañanera —alrededor de las seis horas— recibimos en el celular un mensaje de fuentes confiables que pedían el anonimato.

Nos adelantaban que Ricardo Anaya no iba a atender el citatorio que le mandó la Fiscalía General de la República para el jueves próximo. “Ya no está en México”, aseguraron.

- ¿Y qué pasara si no se presenta? —preguntamos.

-Sigue una orden de presentación y después una orden de aprehensión. Es la cárcel o el exilio, nos dijeron.

Anaya confirmaría poco después la versión en un último video. “En tiempos de autócratas como López Obrador, el exilio es la única alternativa para poder seguir luchando”, argumentó.

Tenía claro que, si atiende ese citatorio, el gobierno de López Obrador se encargará de encontrar un juez (estilo Delgadillo Padierna) para encerrarlo.

El panista sacó cuentas. Los cargos que se le imputan en el citatorio suman 30 años de cárcel. Sabe que el gobierno va en serio. Se decidió por el exilio.

El caso Rosario Robles reforzó esa convicción. Lleva más de dos años en Santa Martha Acatitla, sin sentencia, por no acogerse al “criterio de oportunidad”.

Ése que permite al exdirector de Pemex, figura central en el escándalo de Odebrecht, llevar su proceso en casa, a cambio de decir lo que el gobierno quiere escuchar.

Rosario no se prestó a la maniobra para “fregar” a Luis Videgaray. Ya es público que los cuatroteistas andan tras el exsecretario de Hacienda. La exsecretaria de Estado le dejó claro a su exabogado que no iba a decir mentiras para salvar su pellejo. Y guardó silencio.

A Robles la hundieron con una falsa licencia que, ya se probó, fue fabricada para dictarle “prisión preventiva justificada”, porque el cargo que le hacían en agosto de 2019 (ejercicio indebido de la función pública) no alcanzaba para la “prisión preventiva oficiosa”.

Caso similar el del senador panista Jorge Lavalle, encarcelado —el pasado mes de abril— por los mismos motivos que hoy citan a Anaya. El excandidato presidencial del PAN está convencido —lo dijo en el video— de que, si entra al reclusorio, ya no lo dejan salir. “¿Cómo voy a creer en un juicio justo cuando empiezan por alterar el expediente y cambiar la declaración de Emilio Lozoya para acusarme?”, se preguntó.

La cárcel es olvido. Se hablará de él una o dos semanas y después, el vacío. Le quitarán sus derechos políticos y no podrá ser candidato en el 2024. Tampoco podría grabar videos. En el exilio tiene la ventaja de hacer política a distancia para “denunciar la ineptitud del gobierno”, explicó Anaya.

* El citatorio de la FGR le llegó al panista menos de 24 horas después de que difundiera un primer video en el que dice que AMLO lo quiere meter a la cárcel a la mala. “Menos mal que no hay persecución política y que tu fuerte no es la venganza”, le dice, en tono mordaz, al Presidente, en el segundo video.

AMLO le pidió en la mañanera que se presente a la audiencia. Le dijo que no se preocupe si es inocente.

“No afecta ir a la cárcel cuando uno es inocente, porque cuando se es luchador social, cuando se lucha por una causa, se puede ir a la cárcel y al contrario de sentirse mal, se fortalece un dirigente”, alegó el Presidente.

Respuesta de Anaya:

“Claro que no me preocupo. Soy inocente. Pero por supuesto que no le creo al Presidente más mentiroso de la historia. Sé que si entro al reclusorio, como López Obrador amablemente me propone, no me van a dejar salir”.

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