Ciudadanos de a pie

Ciertamente están los que en 2018 votaron por Andrés Manuel López Obrador como muestra del hartazgo de los gobiernos del PAN y del PRI, cuestión entendible, cuyas esperanzas no tardaron en desmoronarse en buena medida porque los dichos del Presidente contrastan con los hechos, es decir, con lo prometido en campaña o con las señales (malas) que se envían cada mañana desde Palacio Nacional. Por ejemplo, ante la violencia nuestra de cada día, López Obrador declaró que “hay paz y hay tranquilidad en el país”, a lo que un reportero le cuestionó si esa afirmación incluye Aguililla, zona michoacana que se ha convertido en punto de enfrentamiento entre bandas del crimen organizado. “En todos lados hay tranquilidad, hay paz”, cortó el Presidente.

Sin embargo, hay un porcentaje alto de votantes entregados a una causa colectiva encabezada por López Obrador, dispuestos al sacrificio que supone ceder ahora para ver resultados a mediano y largo plazo. En realidad, nada garantiza que la 4T llegue a buen puerto, pero hacia la mitad de este sexenio, aún sin la certeza de que logrará la mayoría absoluta junto a sus partidos aliados, Morena domina las intenciones de voto en la Cámara de Diputados. Ya veremos en los siguientes días el cómputo final.

Mención aparte merecen los que en su día optaron por Ricardo Anaya o José Antonio Meade, pues ¿cuántos de ellos se molestaron por la actual alianza que sus históricos institutos políticos, ya puestos en un papel de teloneros, hicieron con el PRD?, complicidad que a ojos del lopezobradorismo sólo confirma que hoy en día exhiben como logro lo que antes operaron detrás de las cortinas.

Si hay algo claro en esta administración es que no existe la tolerancia ni el respeto ante las diferencias. Los críticos más acerbos del gobierno no esperan nada bueno de éste, pero le exigen todo. Pongamos como postal las vacunas contra covid-19. Primero las voces quejosas eran de “no van a poder vacunar”, pero llegaron las vacunas. Después, pasaron al “no tengo nada qué agradecer, porque pago mis impuestos”, argumento que podrían esgrimir aquellos que se abstendrán de participar en éstas y en cualquiera de las elecciones, y recientemente salieron con el infantilismo de “qué casualidad que adelantan la vacunación en tiempos electorales”. ¿De verdad alguien cambiaría su intención de voto porque recibió su dosis, o las dos de ellas, antes del 6 de junio?

En ese sentido, las elecciones de mañana contarán con un factor latente: ¿Cuántos jóvenes que no pudieron votar por Morena en 2018, por ser menores de edad, ahora están dispuestos a hacerlo por contagio? Se trata de un misterio interesante que también se resolverá estos días.

CAJA NEGRA

Ahora que millones de mexicanos acudiremos mañana a
las urnas, no sobra tener a la mano una manera de denunciar triquiñuelas electorales de último minuto, que las hay, lo sabemos. En ese sentido, resulta interesante que la UNAM, a través de su Programa Universitario de Estudios sobre
Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), haya creado una plataforma para reportar diversos ilícitos que, se sabe,
podrían ser motivo de cárcel. Este tipo de denuncias es de carácter anónimo y se exhorta a la participación ciudadana por medio de preguntas directas: ¿Te presionan para votar?, ¿Quieren comprar tu sufragio?, ¿Te han pedido tu credencial electoral? La página web https://puedjs.unam.mx/reporte-denuncia-interactiva/ podría resultar aliada para contrarrestar la trampa. Eso sí, vaya a votar, por
favor. Los ciudadanos de a pie son los que hacen posible este país.