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Vigente aún, el ilegal Bonillazo…

Enrique Aranda

Enrique Aranda

De naturaleza política

Si bien en no pocos ámbitos, la decisión del Tribunal Electoral de Poder Judicial Federal, que lidera el magistrado Felipe Fuentes Barrera, es considerada por muchos, y festejada incluso, como el “golpe final” a la desbordada ambición del moreno Jaime Bonilla Valdez, gobernador electo de Baja California, de ampliar de dos a cinco años su mandato, lo cierto es que el asunto ni está resulto ni mucho menos cerrado.

Y no, porque aun cuando ya sabes quién aprovechó su “prédica” de ayer para explicitar su personal posición de apego a la decisión del TEPJF, lo cierto es que esta no hace más que validar la elección de aquel para un mandato de dos años, pero nada dice sobre la antidemocrática e ilegal reforma —la Ley Bonilla— que apenas en julio aprobó el Congreso estatal y que, hasta la fecha, sigue en espera de ser enviada al panista gobernador Francisco Kiko Vega para su publicación —aunque él expuso ya su renuencia a hacerlo—, lo que detonaría la presentación de sendas acciones de inconstitucionalidad  por parte, al menos, de priistas y panistas opositores a la misma.

Adicionalmente, habría que recordar, la nueva legislatura estatal convocó hace apenas un par de semanas a la realización de una consulta pública, el próximo día 13, para definir si insisten en la promoción del ordenamiento que ampliaría de dos a cinco años el mandato del impresentable empresario y gobernador electo, que lo menos que ha exhibido es mesura y apego a la ley.

El asunto pues, ni está finiquitado ni tiene visos de avanzar hacia el olvido, pues habría que decir, para no pocos observadores y analistas, el llamado Bonillazo no fue más que una maniobra orientada a “pulsar” el sentir de la sociedad ante una eventual intentona por ampliar el periodo de un gobierno electo e, incluso, de ratificación y/o (negada) reelección de gobernante alguno en la posición.

Y esto, la permanencia del riesgo implícito en una medida como el llamado Bonillazo, sigue presente.

ASTERISCOS

* Preocupante, al margen de consideraciones de otra índole, la renuncia del ministro Eduardo Medina Mora a su posición en la Suprema Corte de Justicia once años antes del plazo para el cual fue electo. Las implicaciones políticas del hecho, en los actuales momentos, son en verdad muy graves.

* Lamentable, en verdad, que, además de negar el innegable fracaso del cinturón de paz (burocrático) impuesto para contener la violencia de anarcos durante el 51 aniversario de los hechos de Tlatelolco 68, Claudia Sheinbaum intente convencernos del éxito del estúpido operativo. Una burla.

* Tal como se previó, el activismo de los blanquiazules agrupados en el GOAN, no cesa. Ayer reportaron que sus entidades están entre las que mayor crecimiento han mostrado en los últimos cinco años: Yucatán es segunda en el ranking nacional, Tamaulipas tercera y Baja California Sur sexta.

* A nadie ayer, por cierto, pasó desapercibida la “cumbre” que en un hotel sostuvo el queretano Pancho Domínguez, titular ahora de la Conago, con el presidente de la Comisión de Presupuesto Alfonso Barzón Ramírez Cuéllar. ¿Tema?, el presupuesto 2020 y la urgencia de estados de más recursos.

Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.

 

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