Márquez dijo no… ¿y ahora?

Cuando todo parecía estar listo para que, apenas entregara la estafeta estatal a Diego Sinhué y, en estricto apego a lo dispuesto por el derrotado exaspirante presidencial Ricardo Anaya Cortés, viniera a la capital y se hiciera cargo de Acción Nacional, de lo que queda, el guanajuatense Miguel Márquez Márquez dijo que siempre no y con ello volvió a ubicar al blanquiazul en una situación de la que, afirman los que saben, no saldrá sino con más fracturas y problemas…

Al cierre de la pasada semana, efectivamente, cuando todo parecía estar a punto para que el anayismo en pleno se lanzara a las calles a legitimar una imposición más de su cacique de turno e, incluso, el actual administrador partidista había aceptado declinar a mantenerse en la posición y se aprestaba a maniobrar para que la elección del designado coincidiera con la entrega del gobierno de Guanajuato, los homólogos de éste y el disminuido calderonismo decidieron, literal, dar un golpe en la mesa y hacer valer su derecho a ser algo más que simples observadores en la sucesión panista.

Ahora sí que, diría el clásico, sin querer queriendo y por razones familiares, el aún gobernador de la única entidad donde el queretano logró imponerse a Andrés Manuel López Obrador anunció su decisión y, con ello, volvió a colocar al otrora partido de la gente bonita… de la gente bien, en franca ruta de colisión-ruptura, de la que no pocos de sus dirigentes alineados ahora al anayismo creyeron la habían librado ya.

Y ello, obvio, obligó a replantear la estrategia de cierre de filas tras la escandalosa derrota del pasado 1 de julio, pues, por lo pronto, existen ya algunos de los “indeseables” —el gris-gris, Marko Cortés, a quien Damián Zepeda, el anayista non, no duda en calificar de traidor y, entre otros, Roberto Gil Zuarth, miembro de los senadores rebeldes, presuntamente afines a Felipe Calderón— que de manera (casi) personal reactivaron su aspiración de ir por la dirigencia… amén de que, se dice, los gobernadores contrarios al actual grupo dominante, siguen evaluando una alternativa.

Este jueves, por lo pronto, la sumisa Comisión Permanente fue convocada para realizar una suerte de reflexión-evaluación de lo ocurrido en el anterior proceso electoral cuyo resultado, insisten los que saben, es más que previsible —“Ricardo es inocente y el partido también… el único responsable de la debacle es el gobierno y su injustificada cacería desatada contra todos…”, ironizaría alguno— para luego, a principios de agosto, convocar a reunión del Consejo Nacional con miras a integrar la Comisión Electoral que deberá conducir el proceso sucesorio y ya después, quizá, de renovación.

Todo ello, claro, si antes no acaban con lo que el comando de turno dejó en pie…

ASTERISCOS

* Nada bien deben estar las cosas en Veracruz cuando, al arranque del proceso de transición del gobierno, el exelbista, expriista y ahora panista, Miguel Ángel Yunes Linares, debe ordenar el desalojo del Palacio de Gobierno de empresarios cuya única culpa es acercarse a él para pedirle les sean pagados adeudos… ¡como él mismo les ofreció!, apenas tomar posesión.

* En territorio tricolor, la versión que desde ayer, tras la renuncia y el (en verdad) inteligente discurso de René Juárez, comenzó a ganar fuerza es la de que, en su momento, la dirigencia del Revolucionario Institucional y el proceso de reflexión y reestructura del mismo quedarán en manos de Rubén Moreira, el exgobernador y ahora secretario del CEN. ¿Es en serio?

* Ahora sí que para el anecdotario: Resulta que en un inusual gesto de bonhomía, Acción Nacional, su “brillante” dirigencia (en la capital, al menos), decidió cubrir por adelantado, 48 horas antes, los 800 pesos por concepto de pago-gastos de apoyo convenidos a sus representantes de casilla… de los que, el Día D, ¡40% se olvidó de asistir a cumplir lo acordado!

Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.

                Twitter: @EnriqueArandaP