AMLO: el fantasma del aborto…

Cuando el sector más ideologizado y radical de Morena se apresta a “forzar” la aprobación, vía fast track, de la práctica criminal del aborto a nivel nacional, la resistencia a tal intentona comenzó a convertirse en un fantasma  omnipresente para Andrés Manuel López Obrador… exactamente, lo que con su albazo legislativo pretendían evitar los ahora promotores de la medida: el expriista y experredista Porfirio Muñoz Ledo y la cuestionada senadora y aspirante a secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Ayer, efectivamente, 40 días escasos antes de asumir como titular del Ejecutivo Federal, el Presidente electo debió enfrentar un primer embate de los opositores a quienes, como los citados y su asesora en materia de Derechos Humanos, Loretta Ortiz, proponen avanzar en la construcción de la paz segando la vida del más indefenso, el no nacido…

Primero, vía la constatación de la masiva respuesta a la convocatoria que la llamada #OlaCeleste realizó, en poco más de 140 ciudades de todos los estados del país, sacando a marchar a más de un millón de ciudadanos contrarios a la pretensión de algunos de sus colaboradores más cercanos —más la totalidad de diputados y senadores perredistas y emecistas urgidos hoy del cobijo moreno e, incluso, algunos tricolores y exblanquiazules— de avanzar por esta ruta que, vale decir, contempla que sea el presidente Enrique Peña Nieto y no el tabasqueño quien publique la eventual reforma, auspicie con ello su entrada en vigor y, claro, asuma el costo (político) de tal acción.

Segundo, cuando fue informado que la concentración antiaborto se encontraba a las puertas de la emblemática “casa de transición” de la colonia Roma donde, amén entregar el manifiesto a favor de la vida, la familia y las libertades, y contra la agenda de la cultura de la muerte y la imposición de la ideología de género que se leyó a todo lo largo y ancho del país, le exigieron se deslinde de la cada vez más cuestionada exministra propuesta como próxima titular de Gobernación, proabortista vergonzante y, claro, que evidencie —como lo hizo durante su gestión al frente del gobierno capitalino— su personal repudio a la práctica criminal del aborto… compromiso que, presumiblemente, adoptó también ante el pleno del Episcopado Mexicano.

Tercero, cuando en Chihuahua capital donde, en el marco de su “gira de agradecimiento”, fue abordado por un puñado de jóvenes antiabortistas, mujeres en su mayoría, quienes le hicieron entrega de una pañoleta azul, símbolo de su movimiento, que él se concretó a recibir… aunque, a pesar de los gritos en tal sentido, omitió colocarse…

Inopinadamente pues, y más por razones ideológicas que de otra índole, (supuestos) aliados a López Obrador en el Congreso —“y no son sólo los citados, que conste…”— parecen empeñados en abrir un nuevo frente al gobierno por venir que, si algo requiere en los actuales momentos, es de estabilidad y de un generalizado cierre de filas de todos los sectores para enfrentar la grave problemática que en diversos ámbitos enfrenta México.

Así las cosas. Veremos.

           Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.

                Twitter: @EnriqueArandaP