La red de seguridad social de Australia

La desigualdad ha resurgido como un tema y cuestión de peso en todo el mundo. Muchos consideran que pocas personas asalariadas han gozado de los beneficios de la globalización, un punto de vista que ha sido integral en el trastorno de la política tradicional en todo el mundo.

Nadie tiene una solución definitiva a la desigualdad. Pero la evidencia sugiere que las políticas con base en un sistema tributario y de transferencia de recursos focalizado es el que más se acerca al objetivo a alcanzar.

La Comisión de Productividad de Australia ha determinado que la desigualdad en Australia se ha mantenido relativamente estable durante los últimos 30 años, contrario a la trayectoria en muchos países. Un informe de dicha Comisión confirma que el sistema de Australia de tributación progresiva, servicios de salud asequibles y su sólida red de seguridad social no sólo han contribuido a un elevado estándar de vida para nuestros ciudadanos. Esta combinación de políticas ha hecho posible limitar el crecimiento de la desigualdad salarial y, de tal manera, evitar las excesivas disparidades de ingresos y riqueza que existen inclusive en muchas economías avanzadas.

El sistema tributario de Australia es altamente progresivo en comparación con estándares globales. El 10% de quienes más ganan en Australia contribuyen con 50% de la totalidad de la recaudación fiscal. El 1% de quienes más ganan pagan 17 por ciento. Estos recursos posteriormente son transferidos a quienes precisan mayor apoyo. A la vez, el gobierno de Australia ha instituido nuevas leyes más rigurosas y ha creado un grupo de trabajo especializado enfocado a combatir la evasión fiscal de empresas multinacionales.

Los niveles del salario mínimo en Australia también juegan un importante papel. En Australia, el salario mínimo lo determina una Comisión independiente, la cual recibe propuestas del sector empresarial y de los trabajadores. El sistema está diseñado para equilibrar la rentabilidad de las empresas y la protección a los trabajadores, y está basado en la necesidad de un “salario digno” que cubra las necesidades básicas, una característica que nos enorgullece y que ha formado parte de las relaciones laborales en Australia desde hace más de un siglo. En consecuencia, hoy en día los trabajadores australianos gozan de uno de los salarios mínimos más altos del mundo (con base en el poder adquisitivo).

Además, el sistema de clase mundial de Australia de “superannuation” obligatorio (un esquema que hace posible que los australianos acumulen fondos para su retiro), a la par con pagos de pensiones y otros beneficios fiscales, han jugado un papel fundamental en brindar una jubilación segura y cómoda para la gran mayoría de nuestros ciudadanos. En Australia, los empleadores están obligados a, cada mes, destinar una cantidad del salario de un trabajador a los ahorros para el retiro de dicha persona. Como consecuencia, los trabajadores australianos ya han acumulado alrededor de 2.6 millones de millones de dólares en activos totales de “superannuation”. Lo anterior representa el cuarto mayor volumen de ahorros destinados a la jubilación en el mundo, brindando no sólo ingreso de pensiones, sino también sirviendo como una fuente disponible como capital de inversión.

Es importante resaltar que estas políticas no han afectado el crecimiento económico. Australia ha gozado de 27 años consecutivos de crecimiento del PIB. La buena suerte explica en parte dicho éxito, pero las buenas políticas han tenido mucho más que ver en ello. A medida que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, busca abordar y atender el tema de la desigualdad y la pobreza y, al mismo tiempo, impulsar el crecimiento, quizás el “modelo australiano” pudiera ser relevante.

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Embajador de Australia en México.