Operación “De vuelta a la vida”, ¿cómo Israel encabeza la campaña mundial de vacunación?

Por Tal Itzhakov

Desde el inicio de la pandemia, Israel se posicionó como la nación líder en la lucha global contra el coronavirus, tomaron decisiones difíciles —las fronteras, las escuelas y los negocios fueron cerrados y se limitaron todas las actividades no esenciales—, a la par, generaron innovaciones en torno a la pandemia que incluyeron start-ups e investigaciones sobre la vacuna.

El éxito de Israel en respuesta a la pandemia continúa en el 2021, y el país ahora cuenta con la más alta tasa de vacunación per cápita en el mundo. Inició el camino de la vacunación a finales de diciembre de 2020 y en los primeros dos días de la campaña alrededor de 30 mil israelíes recibieron la primera dosis. Ahora, sólo algunas semanas después, más de 1.8 millones de israelíes la han recibido, y el país planea terminar de vacunar a todos los ciudadanos mayores de 16 años para finales de marzo.

Este ambicioso objetivo ha sido posible gracias a un nuevo acuerdo que firmó Israel con compañías farmacéuticas, a principios de enero, denominado “Operación de vuelta a la vida”, para recibir constantes cargamentos de la vacuna en los próximos meses, los cuales permitirán al país alcanzar su objetivo y ser uno de los primeros en salir de la crisis de coronavirus. Además, compartiendo sus datos estadísticos con Pfizer y el mundo, también jugará un rol clave en demostrar la eficacia de la vacuna y el desarrollo de estrategias globales para vencer la pandemia.

La pequeña población de Israel, con nueve millones de personas y su sistema de salud pública altamente eficaz, harán al país esencial para las compañías farmacéuticas. Al ser el primero en el mundo en vacunar a su población entera, Israel servirá como tema experimental clave. El éxito y la experiencia de la campaña de vacunación será utilizada para proveer la información crítica que las compañías farmacéuticas necesitan con el fin de que la vacuna sea aún más efectiva para otros países.

Existen miles de clínicas esparcidas por todo el país que aseguran la cobertura de todas las comunidades. Los servicios nacionales de salud tienen un nivel avanzado de digitalización que permitirá compartir la información de los datos obtenidos a las compañías farmacéuticas.

Israel ha desarrollado un sofisticado nivel de calidad en cuidado individual a pacientes y todos los ciudadanos israelíes y residentes permanentes tienen un servicio de salud garantizado bajo la Ley Nacional del Seguro de Salud. Todos los israelíes pueden escoger entre cuatro planes de salud sin fines de lucro, que proveen una gama estandarizada de servicios médicos y cada proveedor debe aceptar a todos los residentes sin distinción de edad o estado en salud.

Fue este sistema de doctores, enfermeras y médicos quienes se movilizaron en respuesta a la pandemia del coronavirus y ahora trabajan para la vacunación del país entero en cuestión de meses.

La totalidad de los sistemas nacionales de Israel se fusionaron en torno a la crisis. El primer ministro sostuvo múltiples conversaciones con el CEO de Pfizer para asegurar un suministro constante de vacunas. Maguén David Adom —el Servicio Nacional Israelí de Respuesta a Emergencias— continúa al frente de la batalla, ahora con la responsabilidad de vacunar a los residentes y empleados de hogares de ancianos y centros de vida asistida.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) también fueron movilizadas y brindaron asistencia en la administración de hoteles para la cuarentena y la provisión de comida para familias durante el apogeo de la pandemia; y ahora dedican sus paramédicos y reservas militares a la vacunación.

Con estos esfuerzos extraordinarios, la esperanza de Israel es que en la celebración de la noche de Pascua de este año, abuelos, padres de familia, hijos y nietos podrán reunirse nuevamente. Y cuando preguntemos la frase tradicional de por qué esta noche es diferente a todas las demás noches, podremos responder: “todo ha cambiado, esta noche estamos todos reclinados”.