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Menos uso de plásticos, en pro del ambiente

Columnista Invitado Nacional

Columnista Invitado Nacional

 

Por Leonel Luna Estrada

 

En forma paulatina, los congresos locales y gobiernos municipales de todo el país impulsan leyes para prohibir bolsas y popotes de plástico, con el fin de minimizar los impactos al medio ambiente. En algunas entidades ya se aplican sanciones a quienes no obedezcan las nuevas disposiciones. Sin embargo, muchas de estas medidas entrarán en vigor hasta el 2020.

Sin duda, México es uno de los países que impulsa reformas legislativas en esta materia, cuyo objetivo es lograr una sociedad libre de plástico, lo cual todavía parece un poco lejano por la magnitud del desafío que tenemos enfrente. Por esa razón, los legisladores y autoridades no deben bajar la guardia. Falta definir una política pública sobre el tema y una campaña de concientización para la población. Urge, asimismo, una ley federal para generar criterios generales en cuanto a la prohibición del plástico y uso de otros materiales, a nivel mundial ya es una tendencia

A finales de marzo de este año, más de 200 países miembros de la Asamblea Medio Ambiental de la ONU acordaron reducir el uso de plásticos y se impusieron como meta el 2030 para demostrar que se cumplió el compromiso.

Las cifras son alarmantes de acuerdo con este organismo: Sólo 9% de los 9 mil millones de toneladas de plástico se reciclan y de continuar el crecimiento de la producción de plástico al ritmo actual con los mismos patrones de consumo, en 2050 habrá cerca de 12 mil millones de toneladas de basura plástica en vertederos y en el medio ambiente. “Habrá más plásticos que peces en el mar”, destaca.

La situación ya es más que preocupante. La fauna muere ahogada por popotes y bolsas de plástico, las botellas y tapas inundan los ríos. El plástico nos invadió.

Según los investigadores, este material tarda años en descomponerse y se fragmenta en microplásticos, contaminando el suelo y el agua. Bloquea cursos de ríos, obstruye coladeras y provoca fauna nociva.

Datos de la ONU destacan que cada hora se compran 60 millones de botellas de plástico en todo el mundo y, al año, se usan 500 mil millones de bolsas, muchas de las cuales acaban en los tiraderos. Esta situación no es ajena a México.

La clave para enfrentar este panorama sería que el sector privado ofreciera productos amistosos con el medio ambiente, de preferencia biodegradables. Que la autoridad hiciera un seguimiento muy puntual del cumplimiento de la ley y que la población sea más responsable con el uso de las bolsas y artículos de plástico. También sería positivo apoyar los proyectos que buscan alternativas amigables con el medio ambiente. Inclusive dar facilidades fiscales.

Hay países que han tomado algunos mecanismos de control. Por ejemplo, ante el aumento de excursionistas en la región del Everest, el departamento de turismo nepalí prohibió a los alpinistas el uso de plásticos. Además, cada integrante de la expedición está obligado, al descender, entregar 8 kilos de basura. El gobierno de esa nación recogió este año 11 toneladas de basura.

Fue hace poco cuando se decidió que a partir de enero del 2021 una docena de artículos de plástico no podrán venderse en la Ciudad de México. Adiós a las bolsas, popotes, globos, cubiertos, platos, vasos, entre otros artículos, que no sean biodegradables.

Establecimiento que no respete lo estipulado en la Ley de Residuos Sólidos será sancionado con 40 mil a 161 mil pesos. Algunos estados de la República aplican ya estas normas.

Hay empresas mexicanas que ya están tomando medidas sobre el tema. Bimbo anunció el cambio de su bolsa de empaque de plástico por envolturas de polietileno degradable.

México está haciendo grandes esfuerzos para cumplir con la meta para el 2030. Faltan muchas cosas por hacer, pero ya empezamos. Todo depende de cada uno de nosotros para hacer conciencia de este gran problema provocado por el uso excesivo de los plásticos.

 

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